El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, rompió el silencio sobre los rumores de que China podría frenar el uso de las GPUs H20 y también habló de sus conversaciones con Donald Trump. Desde Taiwán, donde se reunió con ejecutivos de TSMC, Huang dijo que le sorprendió escuchar que Pekín estaría considerando limitar los chips, ya que fueron las propias autoridades chinas quienes pidieron a NVIDIA gestionar con Washington las licencias de exportación.
Huang subrayó que la aprobación del gobierno de Trump fue clave porque la demanda de inteligencia artificial en China es enorme.
Admitió que hubo preguntas de reguladores chinos sobre supuestas puertas traseras en los chips, pero negó rotundamente: “El H20 no tiene backdoors, jamás los tuvo”. Confía en que las explicaciones dadas sean suficientes para disipar las dudas en Pekín.
Sobre su intercambio con Trump, aclaró que no le dio consejos, pero sí resaltó la importancia de la tecnología de IA estadounidense. Definió la inteligencia artificial como el inicio de una “nueva Revolución Industrial” y advirtió que el avance global de la IA seguirá ocurriendo con o sin Estados Unidos, por lo que Washington debe aprovechar para reforzar sus exportaciones tecnológicas.
En cuanto al pago del 15% de ingresos por ventas del H20 en China al gobierno estadounidense, Huang lo minimizó, diciendo que lo más importante era poder atender a los clientes chinos. “Exportar H20 a China no es un problema de seguridad nacional. Es positivo para EE.UU. y también para el mercado chino”, afirmó.
Mientras tanto, en la industria ya se comenta que China tiene la vista puesta en la próxima generación de GPUs de NVIDIA: Blackwell. Pero ahí Washington parece mucho menos dispuesto a ceder. Entre tensiones políticas y un mercado asiático hambriento de chips, Huang intenta mantener el equilibrio.