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NVIDIA y OpenAI: un acuerdo de 100 mil millones que redefine el poder tecnológico

por ytools
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El anuncio de que NVIDIA invertirá 100 mil millones de dólares en OpenAI no es simplemente un acuerdo corporativo más; es una señal clara de que el liderazgo tecnológico global está entrando en una nueva etapa. El martes, las acciones de NVIDIA cayeron 5,18 dólares (una baja del 2,82%) y cerraron en 178,43 dólares, borrando más de la mitad del aumento del 4% registrado el día anterior, tras conocerse la noticia. Pero más allá de estas fluctuaciones bursátiles de corto plazo, lo que realmente importa es que este movimiento sitúa a NVIDIA en el centro de la revolución de la inteligencia artificial.

El acuerdo permitirá que OpenAI acceda a una capacidad de cómputo de 10 gigavatios provista por la infraestructura de NVIDIA, un nivel que supera con creces lo que ofrecen los centros de datos actuales. Con ese poder, la compañía detrás de ChatGPT podrá entrenar y escalar modelos de una complejidad nunca vista hasta ahora.
NVIDIA y OpenAI: un acuerdo de 100 mil millones que redefine el poder tecnológico
La primera fase de este megaproyecto entrará en funcionamiento en la segunda mitad de 2026 y se basará en la nueva plataforma Vera Rubin, que sustituirá a la arquitectura Blackwell. A diferencia de un chip individual, Vera Rubin está pensada como una plataforma integral para racks completos, diseñada para procesar volúmenes de datos masivos en paralelo. El nombre rinde homenaje a la astrónoma Vera Rubin, subrayando la intención de explorar nuevas fronteras del conocimiento a través de la tecnología.

¿Por qué GPUs y no CPUs? La explicación está en cómo funcionan. Las CPUs (unidades centrales de procesamiento) ejecutan tareas de manera secuencial, una a la vez. Las GPUs (unidades de procesamiento gráfico), en cambio, están optimizadas para la ejecución paralela: miles de núcleos trabajando al mismo tiempo sobre grandes bloques de datos. Esa característica, originalmente pensada para videojuegos, hoy es la clave para entrenar modelos de IA con miles de millones de parámetros. Lo que comenzó como un chip para gráficos se ha convertido en el motor de la inteligencia artificial, y NVIDIA supo capitalizarlo mejor que nadie.

Los directivos de ambas compañías destacaron la importancia del acuerdo. Jensen Huang, fundador y CEO de NVIDIA, afirmó: “NVIDIA y OpenAI llevan una década impulsándose mutuamente, desde el primer superordenador DGX hasta el salto que significó ChatGPT. Esta inversión y esta infraestructura marcan el próximo gran paso: desplegar 10 gigavatios para inaugurar una nueva era de la inteligencia”.

Greg Brockman, cofundador y presidente de OpenAI, coincidió: “Hemos trabajado con NVIDIA desde los primeros días. Su plataforma nos permitió crear sistemas que hoy usan cientos de millones de personas a diario. Con 10 gigavatios de capacidad de cómputo, podremos empujar aún más lejos la frontera de la inteligencia y llevar los beneficios de la IA a escala global”.

Las cifras dimensionan el alcance de esta alianza. OpenAI ya cuenta con más de 700 millones de usuarios activos semanales. Microsoft ha invertido 13 mil millones de dólares en la compañía, asegurando un 49% de las ganancias de su unidad con fines de lucro hasta alcanzar un tope. NVIDIA, en cambio, apuesta no por un porcentaje de utilidades, sino por el control del recurso esencial de toda la industria: la potencia de cómputo.

En Wall Street, la sacudida ya es evidente. NVIDIA se convirtió en la empresa más valiosa de Estados Unidos, con una capitalización de mercado de 4,34 billones de dólares, superando a Apple (3,78 billones). Microsoft ocupa el segundo lugar con 3,79 billones, también impulsada por sus inversiones en IA. Alphabet, matriz de Google, alcanza los 3,06 billones, gracias al crecimiento de su plataforma Gemini, que en el último año aumentó sus acciones un 55%, incluso por encima del 47% que logró NVIDIA. En ese mismo período, Microsoft subió un 18,7% y Apple apenas un 12%.

Estamos, entonces, ante un cambio de época. Si durante décadas Apple representó el símbolo del dominio tecnológico con el iPhone como emblema, hoy el nuevo factor de poder es la capacidad de entrenar y operar modelos de inteligencia artificial a gran escala. Las GPUs se han convertido en la moneda más codiciada, y NVIDIA es quien marca el ritmo. OpenAI es la cara visible, pero detrás está la infraestructura que define el futuro. Como Internet en los años 90, la IA promete transformar la economía, el empleo y la vida cotidiana. Esta inversión de 100 mil millones es solo el primer paso de una revolución que apenas comienza.

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