NVIDIA quiere recuperar terreno en China con el lanzamiento de la RTX 6000D, una nueva tarjeta gráfica orientada a inteligencia artificial y usuarios profesionales.
La compañía planea enviar dos millones de unidades antes de que termine 2025, lo que marca un regreso ambicioso tras las restricciones impuestas por EE.UU.
La RTX 6000D estaría diseñada para reemplazar la línea RTX PRO, ausente del mercado chino desde hace tiempo. Esta GPU sería la primera basada en la arquitectura Blackwell exclusiva para China, fabricada con tecnología de 4nm de TSMC y una ancho de banda de hasta 1100 GB/s. Usará únicamente memoria GDDR7, suministrada por Samsung, SK Hynix y Micron, cumpliendo con las regulaciones de exportación.
Según DigiTimes, el CEO de NVIDIA, Jensen Huang, visitó China recientemente para recoger impresiones sobre el producto antes del lanzamiento, previsto para el tercer trimestre de 2025. No se trata solo de vender hardware, sino de adaptar la estrategia a las necesidades locales sin salirse del marco legal estadounidense.
Con la fuerte demanda del acelerador H20, la RTX 6000D podría convertirse en la siguiente joya del negocio. Si Washington aprueba las nuevas licencias de exportación, NVIDIA podría experimentar un gran repunte en ingresos provenientes del mercado chino de IA.
¿Y los gamers? Pues como siempre, tocando violín. La compañía gana mucho más con chips para centros de datos que con gráficas para jugar. Las mejoras en rendimiento entre generaciones se han vuelto mínimas, salvo que estés dispuesto a soltar miles por una tarjeta de la serie X90. El gamer promedio se queda cada vez más lejos del tren de alta gama.