Oppo Find X9 Pro vs Vivo X300 Pro: Zeiss y Hasselblad cara a cara en el duelo fotográfico del año
La fotografía móvil vive una nueva edad dorada, y dos gigantes chinos se enfrentan por la corona: el Vivo X300 Pro y el Oppo Find X9 Pro. Ambos llegan con hardware de primera, diseño elegante y el toque mágico de dos leyendas de la óptica: Zeiss y Hasselblad. Pero más allá de las especificaciones, lo que realmente los diferencia es su filosofía fotográfica: ¿realismo técnico o arte visual?
Los dos teléfonos comparten el sensor Sony LYT-828 de 50 MP y tamaño 1/1.28 pulgadas, pero el enfoque cambia. El Oppo usa una apertura f/1.5, más luminosa, ideal para capturar escenas con más brillo y contraste. El Vivo, con f/2.0, mantiene una imagen más equilibrada, natural y con un color menos forzado. En resumen: Oppo busca impacto visual inmediato; Vivo prefiere fidelidad cromática y detalle.
En el gran angular, ambos apuestan por sensores Samsung ISOCELL JN1 de 50 MP. Sin embargo, las diferencias de software son notables. El Vivo usa el modo Zeiss Natural, que evita la saturación excesiva y prioriza los tonos realistas. El Oppo, en cambio, sigue el estilo Hasselblad: paisajes vibrantes, cielos intensos y un toque artístico que, aunque espectacular, a veces se aleja de la realidad. Es el contraste entre una foto para colgar en la pared y otra para presumir en redes.
El teleobjetivo es donde las cosas se ponen serias. Ambos montan sensores de 200 MP, pero con distinta configuración: el Vivo ofrece un zoom óptico de 3.5x (85 mm), mientras que el Oppo opta por 3x (70 mm) con apertura f/2.1. En la práctica, el Oppo logra fotos más luminosas y nítidas en exteriores, pero el Vivo conserva mejor las texturas y la profundidad en escenas lejanas. Las hojas, las telas y los pequeños detalles se ven más precisos con el Vivo, mientras que el Oppo apuesta por un toque cinematográfico.
Los accesorios teleconvertidores llevan esta rivalidad a otro nivel: ambos teléfonos pueden alcanzar distancias de hasta 5400 mm, transformándose prácticamente en telescopios de bolsillo. En nuestras pruebas con un cartel a 600 metros, ambos lograron capturar texto legible, pero el Vivo mantuvo una mejor fidelidad de color, mientras que el Oppo produjo imágenes más brillantes, aunque con ligeros lavados en zonas iluminadas. Increíblemente, la diferencia ya no depende del sensor, sino del carácter de cada marca.
En el terreno de la fotografía macro, el Vivo brilla con fuerza. Las flores, hojas y pequeños objetos se muestran con una nitidez que roza lo microscópico. El Oppo enfatiza más el contraste, lo que puede resultar llamativo, pero a veces resta naturalidad. Los fans del color real apreciarán el toque Zeiss; quienes prefieren dramatismo disfrutarán del estilo Hasselblad.
En retratos, ambos teléfonos demuestran maestría. El Vivo ofrece un desenfoque de fondo más suave y natural, con un tono de piel fiel y equilibrado. El Oppo suaviza más los rostros y realza el brillo, logrando un efecto más de estudio. Perfecto para selfies o fotos de redes, aunque algo menos auténtico. Si te gusta el look de cámara profesional, el Vivo gana por poco.
En cuanto a las cámaras frontales, ambos integran sensores de 50 MP con enfoque automático. El Oppo domina en balance HDR, evitando sombras duras, mientras que el Vivo destaca por su manejo de tonos cálidos y luz natural. En ambos casos, las selfies se sienten profesionales, incluso sin edición.
En conclusión, el Oppo Find X9 Pro es pura pasión visual: brillante, contrastado, cinematográfico. El Vivo X300 Pro es precisión y control, con una estética más fiel y técnica. Los dos usan inteligencia artificial para perfeccionar cada disparo, pero siguen caminos distintos. Es una batalla entre arte y ciencia, entre emoción y precisión. Lástima que fuera de Asia su presencia sea limitada por falta de soporte y distribución – porque estos dos demuestran que China ya domina el futuro de la fotografía móvil.
Zeiss o Hasselblad, realismo o dramatismo: da igual cuál prefieras, ambos redefinen lo que un smartphone puede lograr detrás del lente.