El ex-CEO de Intel, Pat Gelsinger, recientemente admitió un error significativo durante su gestión al frente de la compañía: subestimar el impacto de la inteligencia artificial (IA). Este error es señalado como una de las principales razones por las que Intel aún lucha por ponerse al día con sus competidores en el sector de la IA. A pesar de años de desarrollo, la empresa nunca logró presentar una solución verdaderamente competitiva en cuanto a aceleradores de IA y soluciones a gran escala.
Aunque Intel lanzó sus aceleradores Gaudi para IA, estos productos encontraron una adopción mínima, lo que demuestra cuán atrás está Intel en comparación con otros gigantes del sector.
En una entrevista con Nikkei Asia, Gelsinger admitió abiertamente que, durante su tiempo como CEO, subestimó el auge de la inteligencia artificial. Explicó que, aunque el rendimiento de los chips de IA continuó aumentando, su eficiencia energética no había cambiado en varias generaciones. Este estancamiento se debió a la equivocada evaluación del mercado de la IA por parte de Intel. Mientras que empresas como NVIDIA se enfocaron en el entrenamiento de modelos, Intel continuó apostando por la inferencia, lo cual resultó ser menos relevante de lo que se pensaba.
Los chips Xeon de Intel, que Gelsinger calificó como productos “para varias décadas”, fueron quizás las únicas soluciones competitivas de la empresa, pero no lograron competir con NVIDIA. Hoy en día, la situación para Intel es aún más crítica. El prometedor proyecto Falcon Shores fue cancelado, y bajo la dirección del nuevo CEO Lip-Bu Tan, Intel se está enfocando más en el diseño y menos en la costosa producción de semiconductores. Mientras tanto, NVIDIA y AMD dominan el mercado de la IA, acumulando miles de millones, mientras Intel lucha por mantener su negocio actual.
Aunque Gelsinger sigue creyendo que mantener una unidad interna de fabricación de semiconductores es esencial para la estrategia de Intel, muchos críticos dudan de la estrategia “IDM 2.0” de la empresa. Ahora, bajo nueva dirección, Intel está enfocándose más en el diseño que en la producción, lo que podría ser la única oportunidad de recuperación para la empresa. El futuro de Intel en la IA sigue siendo incierto, y será interesante ver si la compañía logra recuperarse en este sector en pleno auge.