Después de años de rumores, ya es oficial: la película de Call of Duty está en camino. Paramount, que recientemente se fusionó con Skydance en un acuerdo de 8 mil millones de dólares, ha cerrado una alianza con Activision para llevar a la pantalla grande una de las franquicias más exitosas del mundo de los videojuegos.
Y no se trata solo de un largometraje aislado: el plan apunta a construir un universo cinematográfico de Call of Duty, con proyectos que podrían incluir series de televisión y múltiples entregas.
David Ellison, CEO de Paramount y fan declarado de la saga, expresó su entusiasmo. Recordó las horas interminables que pasó jugando desde las campañas aliadas del primer Call of Duty hasta las tensas batallas de Modern Warfare y las intrigas de Black Ops. Según Ellison, el objetivo es aplicar el mismo nivel de rigor creativo que convirtió a Top Gun: Maverick en un éxito mundial. La promesa es clara: una superproducción de guerra que respete el legado de la franquicia y al mismo tiempo atraiga a nuevas audiencias.
Por parte de Activision, el presidente Rob Kostich destacó que Call of Duty siempre fue más que acción frenética: son historias de camaradería, traición, sacrificio y supervivencia que millones de jugadores han compartido durante casi veinte años. Ahora, el reto es capturar esa misma energía en una experiencia cinematográfica. Kostich dejó claro que los videojuegos seguirán siendo la prioridad central, pero reconoció que este paso hacia el cine representa un momento clave en la expansión global de la marca.
No es la primera vez que Activision intenta conquistar Hollywood. En 2015 se fundó Activision Blizzard Studios con la idea de lanzar un universo cinematográfico basado en Call of Duty. Incluso se llegó a mencionar al director Stefano Sollima (Sicario 2) como posible responsable. Sin embargo, el proyecto se canceló y el estudio cerró en 2021. Ahora, con Paramount como socio y con el reciente auge de adaptaciones exitosas como The Last of Us, Uncharted, Fallout, Sonic y Super Mario Bros., la situación luce mucho más favorable.
Mientras tanto, la franquicia en los videojuegos sigue fuerte. La campaña de Call of Duty: Black Ops 7 ya cuenta con rostros reconocidos de Hollywood como Milo Ventimiglia, Michael Rooker, Kiernan Shipka y Frankie Adams. Todavía es pronto para hablar del reparto de la película, pero la tradición de integrar actores de renombre genera grandes expectativas.
Entre los fans, las reacciones se dividen. Algunos temen que Hollywood convierta la saga en un blockbuster genérico sin alma, mientras que otros confían en que, con un buen guion y un director sólido, podría surgir un drama bélico a la altura. Los más críticos señalan que las películas de guerra y espionaje de los años 70 a 2000 ofrecían mayor realismo y crudeza que muchas superproducciones actuales. Los optimistas, en cambio, creen que esta es la oportunidad de crear una mezcla moderna de autenticidad y espectáculo que haga justicia a la saga.
Lo cierto es que Call of Duty cuenta con la popularidad, el trasfondo narrativo y el alcance global para convertirse en la próxima gran franquicia multimedia de Hollywood. Pero el éxito dependerá de que vaya más allá de explosiones y misiones espectaculares, construyendo personajes e historias que conecten con el público. Para los veteranos de la saga, la esperanza es clara: ver en el cine algo que capture la verdadera esencia de Call of Duty, y no solo otro blockbuster vacío de contenido.