El Pentágono apuesta por el futuro con las herramientas innovadoras de OpenAI. La inteligencia artificial en el sector público ya no es una novedad. A principios de este año, OpenAI lanzó una versión especial de ChatGPT diseñada para agencias gubernamentales de EE. UU.
Ahora, la empresa da un paso más con una nueva iniciativa: OpenAI para el Gobierno. Esta ambiciosa iniciativa ya le ha conseguido a OpenAI un contrato importante con el Departamento de Defensa de EE. UU. (Pentágono).
OpenAI ahora colabora oficialmente con el Pentágono, lo que marca un hito en las tecnologías de defensa. El Pentágono firmó un contrato de 200 millones de dólares con OpenAI para desarrollar herramientas de IA de vanguardia, incluyendo soluciones para la defensa proactiva contra ciberataques. Este es el primer contrato entre OpenAI y el Pentágono y tendrá una duración de un año, con un enfoque principal en las operaciones alrededor de Washington, D.C., Maryland y Virginia.
Como parte de este acuerdo, OpenAI proporcionará acceso a herramientas como ChatGPT Enterprise y ChatGPT Gov para agencias federales, estatales y locales, además de un acceso limitado a modelos de IA personalizados para casos de seguridad nacional. El objetivo es crear prototipos de IA que puedan abordar desafíos importantes en términos de seguridad nacional, tanto en el campo de batalla como en sistemas operacionales más amplios.
Este contrato de 200 millones de dólares tiene como objetivo mejorar las operaciones administrativas en el Pentágono, desde mejorar la atención médica para los militares y sus familias, hasta optimizar la gestión de datos de programas y adquisiciones, además de apoyar la defensa proactiva contra ciberamenazas. Todo esto se llevará a cabo dentro de las estrictas directrices de uso de OpenAI, que prohíben el uso de sus modelos para el desarrollo de armas o para actividades que perjudiquen a las personas o destruyan bienes.
Sin embargo, OpenAI no es la única empresa involucrada en la IA militar. Su competidor Anthropic recientemente presentó un modelo con restricciones más flexibles, diseñado específicamente para agencias de defensa e inteligencia de EE. UU. Incluso Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, se unió al juego el año pasado, permitiendo que el gobierno acceda a su modelo Llama para fines de seguridad nacional.
Con la ley “One Big Beautiful Bill” de Trump, que tiene como objetivo eliminar la mayoría de las restricciones para el desarrollo de IA en la próxima década, el ritmo de la innovación podría acelerarse rápidamente. Y eso genera preocupación, porque cuando se eliminan las restricciones, a menudo las reglas también cambian, especialmente en un campo tan sensible como la IA militar. Por lo tanto, es fundamental seguir de cerca los avances en este sector.