Los teléfonos Pixel de Google vuelven a estar en el ojo de la tormenta por un problema con el programa Beta. La compañía lanzó Android 16 QPR1 Beta 3.1, la última versión de prueba antes de la actualización trimestral de septiembre (QPR). En teoría, esta build debía servir como puente para quienes querían salir del programa Beta y regresar al canal estable sin tener que borrar todo el dispositivo. La promesa era simple: entras a la web del programa, pulsas en “Opt Out” y recibes la versión estable.
Pero en la práctica muchos usuarios quedaron atrapados en la Beta 3.1, con fallos graves y sin recibir la actualización prometida.
Lo más grave es que se rompieron aplicaciones esenciales. Google Wallet y Google Pay no funcionan en los dispositivos afectados. Al intentar abrir la cartera aparece un mensaje alarmante: “Este dispositivo no cumple con los requisitos de seguridad. Puede estar rooteado o ejecutar software no certificado”. En resumen, no se puede pagar con el móvil, aunque el hardware esté intacto. Para quienes usan el Pixel todos los días en el metro, el supermercado o la gasolinera, esto es mucho más que una molestia: es un problema práctico enorme. También el servicio exclusivo VPN by Google se quedó inservible, mostrando únicamente que la función “no está disponible para esta cuenta”.
Google todavía no ha ofrecido una solución oficial. La actualización estable de QPR1 se liberó hace semanas, pero una gran parte de quienes abandonaron la Beta nunca la recibieron. En foros circula la teoría de que la compañía planea esperar al parche de seguridad de octubre de 2025 para arreglar todo. Si es cierto, los usuarios deberán aguantar varias semanas sin poder pagar ni usar el VPN, o bien realizar un restablecimiento de fábrica. Ninguna de las dos opciones es atractiva, sobre todo porque el programa Beta se vendió como una manera “segura y cómoda” de probar lo nuevo de Android.
En Reddit abundan los testimonios de frustración. Un propietario de un Pixel 9 Pro explicó: “Estoy en Beta 3.1, me salí del programa y sigo esperando lo estable. Wallet me dice que mi dispositivo no cumple los requisitos de seguridad, no puedo pagar nada”. Otro relató lo incómodo que fue: “Me pasó en la gasolinera, quise pagar con Wallet y nada, tuve que buscar mi tarjeta en el coche. Un papelón”.
Este episodio deja claro un dilema mayor. El programa Beta estaba pensado para desarrolladores y fanáticos que disfrutan de probar funciones antes que nadie. Sin embargo, los famosos “Pixel Feature Drops” – actualizaciones trimestrales que traen nuevas funciones, mejoras de cámara y herramientas de IA – atrajeron también a usuarios comunes. Y cuando todo funciona, es un lujo. Pero cuando falla, como ahora, el Beta se convierte en una trampa que genera más dolores de cabeza que beneficios.
El QPR1 de septiembre fue solo el primero del ciclo. En diciembre llegará el QPR2 y en marzo de 2026, el QPR3. Android 16 se lanzó en junio de 2025 y ya se espera que Android 17 llegue el próximo verano. Los dispositivos compatibles van desde la serie Pixel 6 hasta los nuevos Pixel 10, con soporte que en algunos casos se extiende hasta 2032. Pero estas garantías a largo plazo sirven de poco para quienes hoy mismo no pueden pagar con su Pixel por culpa de un error de software.
Algunos usuarios sospechan que la raíz del problema está en controles de seguridad más estrictos. Tal vez Google bloquea Wallet y otras apps sensibles para limitar el sideloading y el uso de software modificado. Esa política puede reforzar la seguridad en el futuro, pero en el presente deja a los compradores legítimos tratados como si usaran ROMs piratas o tuvieran root, cuando en realidad solo estaban siguiendo el programa oficial de pruebas.
Hasta que Google ofrezca una solución – sea con un parche urgente, una build estable relanzada o el esperado update de octubre – , los afectados solo tienen dos opciones: esperar semanas sin usar Wallet ni VPN o resetear por completo el dispositivo. Ninguna es justa para los usuarios de Pixel, que confiaron en la idea de un Android simple y confiable. Al final, este tropiezo del Beta muestra que incluso Google tiene dificultades para equilibrar innovación y estabilidad.