El 7 de noviembre de 2025 se cumplirá apenas un año desde el lanzamiento de la PlayStation 5 Pro, pero esa fecha ya se siente como la antesala de la próxima gran jugada de Sony: la llegada de la PlayStation 6.
Aunque la compañía todavía no ha confirmado nada de manera oficial, cada vez suenan con más fuerza los rumores de que la PS6 saldrá al mercado con una unidad de disco extraíble desde el primer día.
No sería una sorpresa total, sino más bien la evolución de una estrategia que Sony ya empezó en 2023, cuando rediseñó la PS5 para que el lector de discos fuera opcional. Esto redujo costos de producción y al mismo tiempo le dio al jugador la posibilidad de elegir entre lo físico y lo digital. Repetir esa fórmula con la PS6 parece casi inevitable.
Según las filtraciones, habrá dos modelos disponibles en el lanzamiento: uno con el lector ya incorporado y otro totalmente digital, al que se le podrá añadir el accesorio después. Con esto, Sony busca contentar tanto a los coleccionistas que siguen comprando juegos en caja como a quienes prefieren descargar todo online.
La realidad es que Sony todavía no está lista para despedirse por completo de los discos. Estos siguen teniendo valor para quienes aprecian tener la copia física, usan el equipo como reproductor Blu-ray 4K o no confían del todo en las tiendas digitales. Sin embargo, el hecho de que el lector sea un módulo aparte es una clara señal de hacia dónde apunta la compañía: un futuro cada vez más digital. La prueba más evidente está en los rumores de la nueva portátil de PlayStation, que no incluiría lector alguno.
La gran incógnita es el precio. Muchos jugadores sospechan que Sony podría inflar demasiado el costo de la unidad externa y convertir lo que debería ser una opción en un gasto obligatorio. Para los que usan la consola también como centro multimedia, esa diferencia puede ser decisiva. Si Sony se pasa de la raya, no sería raro que parte del público le diera la espalda a la PS6, como ya ocurrió con el lanzamiento de la PS5 en algunos mercados.
En definitiva, la unidad extraíble se presenta como un punto medio: Sony le da libertad de elección al usuario, pero al mismo tiempo lo empuja, poco a poco, hacia el terreno digital. Si esto termina viéndose como innovación o como abuso, lo sabremos cuando la PlayStation 6 llegue finalmente a las tiendas.