Predator: Badlands – cómo World of Warcraft inspiró la nueva arma del Depredador
Durante el IGN Fall Fan Fest 2025, el director Dan Trachtenberg sorprendió a los fans al revelar que su próxima película, Predator: Badlands, no solo toma inspiración del cine clásico de acción y ciencia ficción, sino también del mundo de los videojuegos. Y uno de los más influyentes fue nada menos que World of Warcraft. El nuevo Depredador, conocido como Dek, porta una espada láser inspirada directamente en las icónicas hojas de guerra del Cazador de Demonios, una mezcla audaz entre tecnología alienígena y fantasía épica.
Entre colosos y sintéticos: las raíces emocionales del proyecto
Trachtenberg explicó que la relación entre Dek y el androide de Weyland-Yutani, interpretado por Elle Fanning, tiene su origen en la atmósfera melancólica de Shadow of the Colossus, el legendario juego de PlayStation 2. Como en aquel título, la historia busca un equilibrio entre la brutalidad del combate y la conexión emocional entre dos seres que dependen el uno del otro para sobrevivir. Pero la parte visual y el estilo de combate beben claramente de World of Warcraft, donde el heroísmo se mezcla con lo sobrenatural.
Un Depredador con alma de jugador
“Juego mucho a WoW”, confesó Trachtenberg entre risas. “La glaive de los Demon Hunters fue lo que encendió la chispa creativa.” De ahí nació la idea de un arma con varios modos: una espada de energía que puede adoptar la forma de una glaive, similar a las que usa Illidan Stormrage. En palabras del director, “quería que el Depredador se sintiera como un guerrero mítico, pero del futuro”.
El arsenal de Dek incluye un arco láser, dispositivos de camuflaje, trampas de energía y, por supuesto, su espada modular. Trachtenberg incluso insinuó que Dek podría perder sus armas a lo largo de la película, recuperándolas poco a poco – un guiño claro al diseño de los videojuegos tipo Metroid. Una propuesta que promete tensión narrativa y desarrollo del personaje.
Sin clasificación R, pero con la misma intensidad
Una de las grandes sorpresas fue la confirmación de que Predator: Badlands no tendrá clasificación R. Aun así, el director promete una experiencia igual de intensa: “Queremos que se sienta como una película R, aunque no lo sea.” Y aunque los tráilers muestran claramente la presencia de Weyland-Yutani, Trachtenberg dejó claro que no habrá Xenomorfos. El objetivo, dice, es mantener la identidad propia del universo del Depredador sin depender del cruce con Alien.
La película llegará a los cines el 7 de noviembre de 2025. El tráiler ya ha dividido al público: mientras algunos celebran el nuevo enfoque visual, otros critican el diseño del Depredador o la estética “demasiado fantástica”.
Fantasía, ciencia ficción y riesgo creativo
Combinar el universo de Predator con elementos de World of Warcraft es un movimiento arriesgado, pero también refrescante. Algunos fans opinan que el arma “no se parece en nada a una glaive de WoW”, mientras otros la defienden como una evolución necesaria. Lo cierto es que Badlands apunta a romper las reglas de la franquicia: un Depredador que no solo caza, sino que encarna una nueva mitología, mitad guerrero, mitad leyenda intergaláctica.
Si la apuesta funciona, Predator: Badlands podría marcar una nueva era para la saga: un híbrido entre videojuego y cine que reimagina al Depredador como un símbolo entre lo divino y lo salvaje.