Las ambiciones de Microsoft para competir con NVIDIA en el mercado de chips para IA están enfrentando grandes obstáculos. 
El primer chip de la compañía para inteligencia artificial, con el nombre en clave ‘Braga’, está experimentando retrasos, y los primeros resultados de desempeño no son nada prometedores: las primeras pruebas muestran que queda muy atrás de las soluciones actuales de NVIDIA.
Originalmente planeado para 2025, la producción de Braga se ha retrasado hasta 2026, lo que marca un retraso de seis años.
Este proyecto forma parte de la estrategia más amplia de Microsoft para reducir su dependencia de los chips de NVIDIA, que dominan actualmente el mercado de la IA. Sin embargo, el rendimiento de Braga está muy por debajo de la arquitectura NVIDIA Blackwell, lanzada en 2024, lo que genera dudas sobre la capacidad de Microsoft para ponerse al día con el líder del mercado.
A pesar de haber invertido una gran cantidad de recursos financieros y técnicos, Microsoft aún no ha logrado alcanzar sus objetivos. El desarrollo de chips personalizados para IA, aunque atractivo para las grandes empresas que buscan reducir su dependencia de proveedores externos, requiere una profunda experiencia técnica. El fracaso en esta fase inicial muestra lo difícil que puede ser para incluso las compañías tecnológicas más grandes lograr sus objetivos.
El proyecto de Microsoft no es el único en la búsqueda de chips personalizados para IA. Otros gigantes como Google y Amazon ya han desarrollado sus propios chips para sus centros de datos, pero NVIDIA sigue siendo el líder del mercado. El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, minimiza la amenaza de los chips personalizados, destacando que su empresa ya ofrece los mejores productos. Con el ritmo de la IA desacelerándose, Microsoft tendrá que repensar su estrategia y enfoque para mantenerse competitiva a largo plazo.