Galaxy S25 Edge: belleza extrema, pero fragilidad evidente
El Galaxy S25 Edge es el smartphone más delgado que ha lanzado Samsung hasta la fecha, con solo 5,8 mm de grosor. Su diseño es una obra de arte minimalista, pero cuando se trata de resistencia, las cosas se complican.
En una reciente prueba de caída realizada por PBKreviews, el dispositivo fue sometido a varios golpes. Desde la primera caída, la pantalla Gorilla Glass Ceramic 2 se agrietó, aunque siguió funcionando. El marco de titanio resistió bien sin deformaciones, pero tras la tercera caída, el cristal trasero Victus 2 y la lente principal de la cámara sufrieron daños visibles.
Muchos usuarios coinciden en que el problema no radica tanto en la delgadez del teléfono, sino en el uso extensivo de vidrio. No importa si lo llaman Gorilla, Victus o Ceramic Shield, el vidrio sigue siendo vidrio y es susceptible a romperse, especialmente sin una protección adecuada.
Lo positivo es que el marco de titanio evita que el dispositivo se doble o quiebre estructuralmente. Esto tiene sentido en un teléfono tan delgado, a diferencia de modelos más gruesos donde el titanio parece más una estrategia de marketing.
¿Es necesario usar funda? Algunos usuarios afirman que basta con un protector de pantalla y una lámina para mantener el diseño delgado sin perder protección. Otros prefieren una funda fina, incluso las oficiales de Samsung, que ofrecen buena protección sin aumentar mucho el grosor.
En resumen: si inviertes en un teléfono tan delgado y caro, debes protegerlo adecuadamente. De lo contrario, una caída descuidada puede convertir tu joya tecnológica en un dolor de cabeza costoso.
Para más detalles sobre el rendimiento, la batería y el diseño del Galaxy S25 Edge, consulta nuestra reseña completa.
3 comentarios
Vidrio es vidrio, da igual cómo lo llamen, se rompe fácil
El titanio ayuda, pero no salva la cámara. Samsung, tienes que mejorar eso
Si eres de los que tiran el móvil en piedras, mejor compra un ladrillo jajaja