En el Snapdragon Summit, Qualcomm volvió a sorprender con un movimiento inesperado que recordó a los clásicos momentos de Apple de “one more thing”. Tras presentar oficialmente el esperado Snapdragon 8 Elite Gen 5 como su chip estrella, la compañía guardaba otra carta bajo la manga: el Snapdragon 8 Gen 5. El anuncio provocó aplausos en la sala, pero también dejó a muchos con más dudas que certezas acerca de la enredada estrategia de nombres de Qualcomm.
El Snapdragon 8 Gen 5 también forma parte de la gama premium, aunque se sitúa un escalón por debajo del modelo Elite Gen 5. Alex Katouzian, responsable de Mobile, Compute & XR en Qualcomm, fue quien lo anunció al cierre del evento, asegurando que este nuevo chip está diseñado para dar más opciones a los fabricantes y consumidores, sin renunciar a características de gama alta. 
No ofreció detalles técnicos, pero prometió más información hacia finales de año.
El problema es que la nomenclatura de Qualcomm resulta cada vez más confusa. Hace poco la empresa intentó simplificar añadiendo la etiqueta “Elite” y aclarando que los procesadores actuales forman parte de la quinta generación de la serie Snapdragon 8. La idea parecía lógica: Snapdragon 8 Elite Gen 5 es claramente el tope de gama. Sin embargo, la llegada del Snapdragon 8 Gen 5 sin el “Elite” rompe esa claridad y vuelve a desorientar. Pasar del Snapdragon 8 Gen 3 directamente a un Elite, luego a Elite Gen 5 y ahora a Gen 5 suena a desorden.
La competencia, en cambio, mantiene sistemas mucho más claros. MediaTek lanzó el Dimensity 9500, evolución natural de la familia 9000, mientras conserva las series 8000, 7000 y 6000 como opciones inferiores. Apple es aún más directa: sus nuevos procesadores A19 y A19 Pro sustituyen a los A18 y A18 Pro, y la jerarquía se entiende de inmediato.
Para la mayoría de los usuarios de smartphones, los nombres de los chips no tienen importancia. Lo que les interesa es que el teléfono rinda bien, que la batería dure y que la cámara saque buenas fotos. Pero para entusiastas, analistas y prensa especializada, la confusión de Qualcomm complica las comparaciones y enturbia su hoja de ruta. Una nomenclatura clara no solo facilitaría el seguimiento del progreso, sino que también reforzaría la confianza en la marca. Hasta que Qualcomm detalle en qué se diferencia exactamente el Snapdragon 8 Gen 5 del Elite Gen 5, la sensación es que lo más “elite” que podría ofrecer sería, paradójicamente, la simplicidad.