La empresa japonesa Rapidus acaba de dar un paso gigante en el mundo de los semiconductores: ha iniciado la producción de prueba de chips con tecnología GAA de 2nm, buscando ponerse al nivel de gigantes como TSMC y Samsung.
Aunque llega con un año de retraso, el ritmo de avance de Rapidus es simplemente sorprendente.
Ya ha instalado 200 equipos de última generación en su nueva línea de producción, lo que la coloca entre las pocas compañías del planeta con capacidad para trabajar con procesos tan avanzados. Además, al no estar limitada por las restricciones de exportación de EE.UU., Rapidus tiene acceso completo a las máquinas EUV más modernas disponibles.
Uno de sus puntos fuertes es el procesamiento frontal por oblea única, una técnica que permite ajustar cada unidad individualmente y recopilar una gran cantidad de datos. Esa información luego alimenta modelos de inteligencia artificial que ayudan a mejorar la eficiencia y reducir costos. Todo un ejemplo de innovación aplicada a la fabricación.
El crecimiento ha sido meteórico: en septiembre de 2023 dieron sus primeros pasos en el sector, en 2024 terminaron sus salas limpias y en junio de 2025 ya tenían operativas las 200 máquinas clave. Ese ritmo es poco común incluso entre los grandes del sector.
Para el primer trimestre de 2026, Rapidus planea lanzar un Kit de Desarrollo de Procesos (PDK) compatible con su fundición IIM-1 en 2nm. Esto permitirá a sus clientes comenzar a prototipar casi de inmediato. La producción masiva está prevista para 2027. Aunque empiece más tarde, Rapidus se suma a un grupo exclusivo de empresas que están empujando los límites de la tecnología en 2nm.