El Realme GT 8 Pro está dando de qué hablar incluso antes de su lanzamiento, y no precisamente por sus especificaciones, sino por la estrategia detrás de su presentación. Según las últimas filtraciones, Realme planeaba anunciar su nuevo buque insignia a nivel global entre el 18 y el 20 de noviembre, pero decidió adelantar la fecha a un rango entre el 10 y el 12 – con el 11 como día más probable – para adelantarse al lanzamiento del OnePlus 15, programado para el 13 de noviembre. Una jugada que demuestra que la marca no quiere quedarse en la sombra de su “hermano mayor”.
El movimiento deja claro que Realme ve a OnePlus como su principal rival dentro del grupo BBK Electronics. 
Aunque comparten casa matriz, la competencia entre ambas marcas se ha vuelto una especie de duelo familiar: uno que mezcla orgullo, ambición y la necesidad de reconocimiento. Realme parece decidida a dejar atrás la imagen de marca económica y posicionarse como una alternativa premium capaz de mirar de frente a OnePlus.
En cuanto al hardware, el GT 8 Pro promete ser una bestia. Contará con el Snapdragon 8 Elite Gen 5, hasta 16 GB de RAM, una cámara principal de 50 MP Sony Lytia LYT-700 y un sensor periscópico de 200 MP Samsung ISOCELL HP5. A esto se suma una pantalla LTPO OLED de 6,78 pulgadas con resolución QHD+ y una batería gigante de 8.000 mAh, ideal para quienes exigen potencia y autonomía.
Además, Realme acaba de anunciar una colaboración con Ricoh en China, justo cuando OnePlus se despide de su alianza con Hasselblad. La movida refuerza la apuesta de Realme por mejorar su reputación en fotografía. Si este adelanto le dará una ventaja real en el mercado está por verse, pero una cosa es segura: el GT 8 Pro no es solo un teléfono más, es la declaración de Realme de que quiere jugar en la liga grande.