El Realme GT 8 Pro ya ha debutado en China y se prepara para dar el salto a Europa con todo el ruido posible. 
Antes de que la marca diga esta boca es mía, una filtración bastante detallada ha puesto sobre la mesa los supuestos precios europeos, las versiones de memoria y la fecha de lanzamiento. El resultado: mucha ilusión por el hardware… y bastantes cejas levantadas por el precio.
Según esta filtración, el Realme GT 8 Pro llegaría al Viejo Continente en una versión base con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento por unos 1.099 euros, mientras que en Reino Unido el precio se quedaría en 999 libras. Por encima se situaría un modelo más ambicioso con 16 GB de RAM y 512 GB de memoria interna, que se colocaría alrededor de los 1.199 euros y 1.099 libras. Sobre el papel, Realme deja muy claro que quiere jugar en la misma liga que los grandes buques insignia del mercado.
El escaparate se completa con una Dream Edition en colaboración con Aston Martin, pensada para quienes buscan algo más exclusivo que un simple cambio de color. Esta edición especial apostaría también por 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, pero se vestiría únicamente del clásico verde de competición de Aston Martin, convirtiéndose en el modelo más llamativo de la familia. El precio filtrado: unos 1.299 euros, sin referencia en libras de momento. Los GT 8 Pro “normales” se ofrecerían en Urban Blue y Unary White, opciones más discretas para quien no necesita que su móvil grite atención desde la mesa.
Si miramos hacia atrás, el movimiento no pasa desapercibido. Comparado con el Realme GT 7 Pro, el salto de precio oficial rondaría los 100 euros. Sin embargo, los usuarios veteranos recuerdan que el GT 7 Pro vivió muy poco tiempo en su PVP recomendado: en muchos países apareció casi desde el día uno con descuentos de unos 200 euros, y no fueron pocos los que jamás lo vieron a precio completo. Por eso, la comunidad ya da casi por hecho que el GT 8 Pro seguirá la misma estrategia: etiqueta de 1.099 euros para la presentación, pero ofertas de lanzamiento, cupones, promociones con operadoras y trade-in que lo acerquen rápidamente a los 999 o incluso 899 euros para la versión de 12/256.
Siempre existe la alternativa de acudir al mercado gris, donde este tipo de smartphones suelen asomar pronto vía importadores paralelos con precios más bajos. Pero cuando el móvil supera de largo la barrera psicológica de los 1.000 euros, muchos se lo piensan dos veces: garantías más difusas, servicio posventa complicado, posibles sorpresas en aduanas… No es casualidad que cada vez más usuarios prefieran esperar a las ofertas oficiales en Amazon, grandes cadenas o la propia tienda de Realme antes que jugar a la ruleta con un terminal tan caro.
En cuanto a fechas, el calendario que se maneja sitúa la llegada del Realme GT 8 Pro a Europa el 24 de noviembre, pocos días después del debut internacional marcado para el 20 de noviembre. Al menos en Francia se habla de un pack de lanzamiento muy jugoso: además del teléfono, los primeros compradores se llevarían un cargador de 120 W, un juego de “islas” de cámara trasera intercambiables para personalizar el módulo y unos auriculares Realme Buds Clip incluidos en la caja. Si esa estrategia de bundle se replica en otros países, la sensación de valor global será bastante más positiva que la que transmite el precio bruto aislado.
En lo técnico, eso sí, hay poco que reprochar. El Realme GT 8 Pro monta una pantalla LTPO AMOLED de 6,79 pulgadas con resolución de 1.440 x 3.136 píxeles, tasa de refresco adaptativa de hasta 144 Hz y un pico de brillo declarado de 7.000 nits. Sobre el papel es un panel diseñado tanto para uso intenso bajo el sol como para partidas competitivas donde cada milisegundo cuenta. El encargado de mover todo es el Snapdragon 8 Elite Gen 5, acompañado de hasta 16 GB de RAM, una combinación que apunta a ir sobrada con juegos exigentes, multitarea pesada y funciones de IA ejecutadas directamente en el dispositivo.
El apartado fotográfico también llega con ambición de gama alta. En la parte trasera encontramos una cámara principal de 50 MP con estabilización óptica, un teleobjetivo periscópico de 200 MP con zoom óptico 3x y OIS, y un ultra gran angular de 50 MP para abarcar más escena. En el frontal se sitúa una cámara de 32 MP para selfies y videollamadas, que sobre el papel debería estar más que a la altura de redes sociales y videoconferencias. Todo esto se alimenta con una batería de 7.000 mAh, una cifra contundente en un móvil de este segmento, con carga rápida de 120 W por cable y carga inalámbrica de 50 W, pensadas para combinar mucha autonomía con recargas casi de pit stop.
A nivel de software, el GT 8 Pro saldría de fábrica con Android 16 y la capa Realme UI 7.0. Eso implica tener desde el principio las últimas funciones de Android, junto con las típicas opciones de personalización de la marca, ajustes finos de rendimiento y algunos extras que Realme suele añadir en sus modelos estrella. En un mercado donde la política de actualizaciones se ha vuelto crítica, llegar ya con Android 16 y una interfaz madura es una carta importante para convencer a usuarios exigentes.
La gran discusión, sin embargo, no gira en torno a la pantalla, al procesador o a la cámara, sino al posicionamiento. Entre comentarios y foros empiezan a leerse bromas de que BBK, el grupo al que pertenecen Realme y otras marcas populares, se ha venido un poco arriba con los precios. Mientras rivales como Nubia tiran por una estrategia de hardware muy potente a precios más agresivos en Europa, Realme parece querer saltar de lleno al terreno de los grandes, con cifras que ya compiten directamente con Samsung, Xiaomi o incluso algunos modelos de Apple.
La pregunta es si la marca está preparada para ese salto de percepción. El hardware lo respalda, pero la reputación de Realme sigue muy ligada a la idea de “flagship killer”: mucho por menos. Con el GT 8 Pro el mensaje cambia: es un móvil que quiere ser “flagship a secas”, sin el apellido killer, y eso obliga a que el usuario ya no mire solo la ficha técnica, sino también el logo en la parte trasera.
En última instancia, el futuro del Realme GT 8 Pro en Europa dependerá menos de la cifra inicial y más de cómo evolucione el precio real en tiendas. Si el patrón del GT 7 Pro se repite y vemos rebajas de 200 euros o más a las pocas semanas, el terminal podría pasar de “demasiado caro” a uno de los dispositivos de rendimiento más interesantes del año, sobre todo para quien tenga paciencia. Los primeros compradores y los fans de la Dream Edition de Aston Martin pagarán el plus por estrenar color y diseño; el resto probablemente observará desde la barrera, aguardando el momento en que ficha técnica, marca y precio se alineen de forma más convincente.