Ricoh y Realme se alían para revolucionar la fotografía móvil. En una época donde todos los smartphones parecen ofrecer las mismas cámaras y los algoritmos suavizan las fotos hasta borrarles el alma, Realme ha decidido ir por otro camino. La marca ha firmado una alianza estratégica a largo plazo con la icónica Ricoh, reconocida por sus cámaras GR, muy apreciadas por los amantes de la fotografía callejera. 
El primer fruto de esta colaboración será el Realme GT 8 Pro, un teléfono diseñado para devolver autenticidad, estilo y creatividad a las imágenes.
La unión va mucho más allá de una simple cooperación comercial. Ricoh aporta su experiencia en óptica, color y composición, ayudando a Realme a desarrollar una experiencia fotográfica completamente nueva. El GT 8 Pro contará con un sistema de cámara rediseñado, algoritmos de color propios, filtros inspirados en películas clásicas y una interfaz que imita el estilo minimalista de las Ricoh GR. Además, ofrecerá cinco tonos de imagen únicos pensados especialmente para capturar la esencia de la vida urbana.
Según Chase Xu, vicepresidente de Realme, la inspiración surgió al ver que los jóvenes ya no se conforman con fotos ‘perfectas’ pero sin alma. “La gente quiere mostrar su propio estilo, no el que dicta una IA”, afirmó. El objetivo de la colaboración es rescatar la emoción de la fotografía real, aquella que no busca la perfección técnica, sino la verdad del momento.
En cuanto a especificaciones, el Realme GT 8 Pro integrará un sensor principal LYT-700 de 50MP (1/1.5 pulgadas) y un teleobjetivo periscópico ISOCELL HP5 de 200MP. Algunos rumores incluso apuntan al uso de un sensor LYT-808 o LYT-900, aunque Realme todavía no ha confirmado los detalles. Ricoh, por su parte, habría colaborado en el ajuste óptico y tonal para lograr colores más naturales y un contraste más cinematográfico.
La presentación oficial se llevará a cabo el 14 de octubre, con lanzamiento en China antes de fin de mes y estreno global previsto para noviembre. Todo apunta a que esta colaboración podría marcar un antes y un después en la fotografía móvil, combinando el alma artística de Ricoh con la tecnología vanguardista de Realme.