Realme quiere sacudir el mercado con el nuevo GT 8 Pro y lo hace con una propuesta poco común: módulos de cámara trasera intercambiables. El usuario podrá decidir si prefiere un diseño redondo o cuadrado y cambiar la pieza en segundos.
En un breve video oficial ya se mostró cómo funciona el sistema, y la verdad es que se ve sorprendentemente sencillo.
La idea trae recuerdos de la época dorada de Nokia, cuando era normal personalizar los móviles con carcasas de colores y accesorios curiosos. Realme busca recuperar ese espíritu lúdico, pero con un enfoque más moderno y estilizado para 2025. Aun así, no todos están convencidos: hay quienes consideran que sería mucho más práctico volver a ofrecer baterías extraíbles o el clásico conector de auriculares en vez de centrarse en detalles estéticos.
A pesar de las críticas, la apuesta de Realme es clara: diferenciarse en un sector saturado de dispositivos muy parecidos. Poder personalizar el módulo de cámara no mejora el rendimiento, pero sí da la sensación de tener un smartphone único. La personalización es tendencia en tecnología, moda y estilo de vida, y Realme confía en que este paso conecte con quienes buscan un teléfono con identidad propia.
Ya circulan rumores sobre un posible “Realme Camera Kit” que incluiría lentes adicionales o paneles traseros especiales. De momento, la compañía no ha confirmado nada, pero lo cierto es que el GT 8 Pro ya logró lo más difícil: generar conversación y despertar nostalgia por aquellos tiempos en los que los móviles eran más atrevidos y divertidos.