Un técnico y YouTuber chino destapó un caso impactante de estafa con tarjetas gráficas: un cliente compró cuatro supuestas RTX 4090, pero tres resultaron ser RTX 3080 y 3090 modificadas para parecer auténticas. Cada una le costó unos 10,000 yuanes (aproximadamente 1,400 dólares), y ninguna funcionaba.
Por eso, decidió enviarlas al técnico para una revisión.
Al abrirlas, el técnico detectó detalles sospechosos: el código QR mal ubicado, condensadores que no coinciden con el diseño original y diferencias notables en la base del chip. Todas llevaban grabado “AD102”, como si fueran verdaderas RTX 4090, pero según el técnico, esa marca se puede falsificar fácilmente con una máquina láser.
Una de las tarjetas tenía memoria falsa, otra ni siquiera estaba bien ensamblada. Solo una era una RTX 4090 auténtica, aunque tenía fallos en los chips de memoria y los condensadores. Por suerte, fue reparable. Las otras tres eran irreparables y el cliente planea devolverlas al vendedor extranjero.
Este tipo de estafa se ha vuelto cada vez más común, especialmente con los precios tan altos de las GPUs y la desesperación por conseguirlas. Incluso usuarios avanzados pueden caer en estas trampas. La recomendación es clara: comprar solo en tiendas confiables y desconfiar de precios demasiado buenos para ser verdad.