Por qué no deberías creer todavía en los rumores de retraso del Galaxy S26.
Ocurre cada año como un reloj. Meses antes del lanzamiento del nuevo buque insignia de Samsung, surgen rumores diciendo que la presentación será aplazada. Las redes se llenan de “filtraciones”, supuestos insiders y especulaciones sin base sólida. Y, al final, la historia siempre termina igual: Samsung lanza su serie Galaxy S justo a tiempo, tal como lo ha hecho durante más de una década.
Esta vez, el protagonista de los rumores es el Galaxy S26. Algunas publicaciones afirman que el evento, previsto para enero, se moverá a marzo del próximo año por supuestos problemas de desarrollo. Sin embargo, cuando se analizan los detalles, el rumor parece más humo que realidad.
Mucho ruido, pocas pruebas
El supuesto retraso se justificaría por “dificultades en el desarrollo” del modelo base, mientras que el Galaxy S26 Ultra ya estaría terminado y listo para producción masiva. Pero si el modelo más avanzado está listo, ¿por qué retrasar toda la serie? No tiene mucho sentido. Además, no hay informes de proveedores, ni filtraciones confiables que respalden esta versión.
Cuando Samsung enfrenta verdaderos problemas – como escasez de componentes o grandes cambios en el diseño – , las señales suelen ser claras. Pero esta vez no hay nada de eso. Todo apunta a que la empresa mantiene su calendario normal. En los últimos diez años, el gigante surcoreano ha demostrado una consistencia admirable: enero o febrero, lanzamiento asegurado. La rutina de tres modelos por año ya es parte del ADN de la marca.
Por eso, conviene tomar estos rumores con escepticismo. Hasta que aparezcan pruebas reales – documentos internos, informes de la cadena de suministro o un anuncio oficial – , no hay motivos para pensar que el Galaxy S26 llegará tarde. Samsung ha convertido la puntualidad en una de sus mejores tradiciones.
En resumen: los rumores vuelven cada año, pero la historia se repite. Y todo indica que el Galaxy S26 verá la luz exactamente cuando debe hacerlo.