La revolución de la inteligencia artificial está en pleno auge, con empresas y desarrolladores invirtiendo fuertemente en estas tecnologías. OpenAI, la organización detrás de ChatGPT, es una de las principales fuerzas que impulsa el desarrollo y la adopción de la IA. 
Desde el lanzamiento de ChatGPT, el uso de la IA ha aumentado considerablemente, lo que ha generado discusiones importantes sobre las implicaciones éticas y ecológicas de su creciente uso.
Sam Altman, CEO de OpenAI, compartió recientemente información interesante sobre el consumo de recursos de la IA, en particular sobre el agua y la energía que cada consulta de ChatGPT consume. En una publicación de blog titulada ‘The Gentle Singularity’, Altman habló sobre las implicaciones sociales, económicas y ecológicas de la IA, destacando la creciente preocupación sobre el consumo de recursos asociado con modelos como ChatGPT.
Una de las afirmaciones más llamativas de Altman fue sobre el consumo de agua. Según él, cada consulta promedio de ChatGPT consume aproximadamente 0.000085 galones de agua, lo que equivale a aproximadamente un quincuagésimo de una cucharadita. Aunque esta cifra puede parecer sorprendentemente baja, Altman no proporcionó la metodología utilizada para llegar a esta cifra ni los factores que se tomaron en cuenta, lo que deja espacio para el escepticismo.
Altman también compartió datos sobre el consumo de energía, afirmando que cada consulta promedio de ChatGPT consume alrededor de 0.34 vatios-hora de energía. Para ponerlo en perspectiva, esto es aproximadamente lo que consumiría un horno en poco más de un segundo, o una bombilla de alta eficiencia en un par de minutos.
Mirando hacia el futuro, Altman predice que el costo de la IA pronto será comparable al costo de la electricidad necesaria para operar el hardware. Él cree que, a medida que la IA se vuelva más eficiente, su huella ecológica disminuirá considerablemente. Sin embargo, los críticos sostienen que esta visión optimista podría subestimar el impacto ambiental real de la IA, especialmente debido a la falta de transparencia en la metodología utilizada para determinar estas cifras.
Aunque la IA promete grandes avances, los debates sobre sus costos éticos y ecológicos probablemente continuarán. Mientras no se disponga de datos más concretos, es difícil evaluar con precisión el consumo real de recursos de modelos de IA como ChatGPT y si los beneficios superan los impactos ambientales.
1 comentario
¿ética en la IA? jaja, también podrían hacer que dos personas discutan en una película porno 😂👎