Samsung presenta su visión del 6G: redes inteligentes, no solo más rápidas
Durante la Conferencia Global 6G en Corea del Sur, el investigador de Samsung, Lee Ju-Ho, ofreció un mensaje poco habitual en la industria tecnológica: el 6G no puede repetir los errores del 5G. En lugar de centrarse únicamente en velocidades récord o en la latencia mínima, el nuevo estándar debe enfocarse en la inteligencia, la fiabilidad y el valor real que aporta a los usuarios.
“Los cambios que traerá el 6G no pueden expresarse en números”, afirmó Lee, en una reflexión que sonó casi filosófica pero muy necesaria. Y es que, pese a todo el ruido mediático, el 5G todavía no ha cumplido las expectativas. En muchos países, la cobertura sigue siendo irregular, las promesas de velocidad apenas se cumplen y la mayoría de las personas no percibe una diferencia real respecto al 4G. El resultado: años de marketing para una experiencia que, para la mayoría, apenas ha cambiado.
Samsung quiere dar un giro a esa historia. Su apuesta con el 6G no se basa en cifras impresionantes, sino en construir una red más inteligente, eficiente y útil. La próxima generación de conectividad no busca solo ser más rápida, sino más sabia.
La inteligencia artificial como núcleo del 6G
Lee Ju-Ho explicó que la inteligencia artificial será el elemento central del 6G. A diferencia del 5G, donde la IA se usa como complemento, en el 6G estará integrada directamente en el corazón de la red, una filosofía que Samsung denomina “AI-native networking”. Esto permitirá que el sistema se autogestione, se repare solo y se adapte en tiempo real a las condiciones del entorno.
Imagina una red capaz de anticipar interferencias antes de que ocurran, de redistribuir frecuencias automáticamente o de optimizar el consumo energético según el comportamiento del usuario
. Este cambio refleja la evolución natural que también hemos visto en los smartphones: de ser dispositivos pasivos a convertirse en asistentes inteligentes que entienden y predicen nuestras necesidades.
Además, Samsung visualiza el 6G como una herramienta social. Gracias a la tecnología ISAC (Integrated Sensing and Communication), la red podrá combinar comunicación y percepción espacial, algo similar a un radar. Esta capacidad permitiría gestionar mejor los vehículos autónomos, ofrecer servicios médicos a distancia o mejorar la accesibilidad en entornos urbanos. En resumen, el 6G no solo conectará dispositivos, sino que comprenderá el mundo.
Una carrera global por el futuro de la conectividad
El desafío del 6G no es exclusivo de Samsung. Empresas como Qualcomm, MediaTek y diversos centros de investigación en China ya están avanzando en esta nueva frontera tecnológica. Samsung colabora con Arm en un proyecto de procesamiento paralelo de paquetes, una iniciativa abierta que busca manejar velocidades de hasta 1 TB/s, equivalentes a transmitir 30 películas Blu-ray por segundo. Pero, más allá del récord, la meta es lograr eficiencia energética y estabilidad para un ecosistema de inteligencia artificial e Internet de las cosas cada vez más denso.
Qualcomm ha anunciado que en 2025 comenzará la estandarización oficial del 6G junto a Nokia Bell Labs y Rohde & Schwarz, centrándose en protocolos con IA. MediaTek, por su parte, explora una “computación híbrida” que combine inteligencia en la nube, en la red y en los dispositivos, en colaboración con NVIDIA e Intel.
China también avanza rápidamente. Investigadores de la Universidad de Pekín presentaron un chip “toda frecuencia” capaz de operar entre 0,5 GHz y 115 GHz y alcanzar velocidades de 100 Gbps, unas 100 veces superiores al pico del 5G estadounidense. Un paso enorme hacia transmisores 6G ultracompactos.
El nuevo enfoque de Samsung: menos marketing, más sentido común
Lo que realmente distingue la visión de Samsung es su madurez. Tras años de promesas infladas sobre el 5G, la empresa parece haber entendido que los usuarios ya no se dejan impresionar por frases como “10 veces más rápido”. Por eso, el 6G se centrará en fiabilidad, sostenibilidad energética y automatización inteligente, valores más tangibles y relevantes para la vida cotidiana.
El hecho de que este mensaje se haya presentado en una conferencia global demuestra que la conversación sobre el 6G ha alcanzado un nuevo nivel de realismo. El futuro de las redes no dependerá tanto de su potencia, sino de su capacidad para pensar, aprender y evolucionar. Ya no se trata de mover datos, sino de entender cómo y por qué se mueven.
Se espera que el primer estándar comercial del 6G llegue en 2029, aunque las primeras demostraciones podrían producirse antes. Lo importante es que Samsung quiere liderar esta nueva era con una propuesta más humana: redes que no solo conectan, sino que colaboran con nosotros. Si el 5G fue la era de la velocidad, el 6G promete ser la era de la inteligencia.