Samsung pone fin a su aventura con los teléfonos ultradelgados. Según medios surcoreanos y varias fuentes confiables, el Galaxy S26 Edge ha sido oficialmente cancelado tras las decepcionantes ventas del Galaxy S25 Edge. La compañía ahora centrará sus esfuerzos en modelos más tradicionales y equilibrados como el Galaxy S26 Pro, S26 Plus y S26 Ultra.
El Galaxy S25 Edge fue presentado como una joya de diseño: cuerpo ultrafino, procesador Snapdragon 8 Elite, 12 GB de RAM y una cámara de 200 MP capaz de competir con el iPhone 16 Pro.
En papel, parecía un éxito seguro. Sin embargo, en la práctica no logró convencer. Ni siquiera una oferta agresiva de 729 dólares por la versión de 512 GB despertó el interés del público. Muchos usuarios consideraron el dispositivo demasiado frágil para el uso diario.
El problema no fue el rendimiento, sino la utilidad. Hoy en día, los consumidores valoran baterías duraderas, resistencia y fiabilidad por encima de la delgadez extrema. ¿De qué sirve un teléfono ultrafino si tienes que ponerle una funda gruesa para que no se rompa? La obsesión por el diseño minimalista terminó jugando en contra de la marca.
De acuerdo con los filtradores @chunvn8888 y @UniverseIce, el Galaxy S26 Edge ha detenido su desarrollo de manera indefinida. Esto también retrasó el cronograma de los modelos S26 Pro y S26 Plus. En cambio, el Galaxy S26 Ultra sigue avanzando con normalidad, lo cual no sorprende: es el más vendido y rentable de la familia Galaxy.
Varios analistas coinciden en que esta decisión era inevitable. El mercado ha cambiado: ya nadie busca el teléfono más delgado, sino el más resistente y con mejor batería. El nuevo Galaxy S26 Plus parece ser la apuesta lógica para quienes buscan equilibrio entre potencia, duración y precio. Samsung ha entendido que los usuarios quieren dispositivos que aguanten el ritmo de su día a día, no solo una estética bonita.
El otro gran fallo fue la falta de promoción. El S25 Edge fue mostrado brevemente en el evento de primavera, pero nunca recibió una campaña publicitaria sólida. Mucha gente ni siquiera sabía que existía. Sin visibilidad ni presencia en tiendas, las ventas estaban condenadas desde el principio. Como dijo un experto: “No puedes vender algo de lo que nadie ha oído hablar”.
Así termina una etapa de experimentación para Samsung. La línea Edge, que en su momento simbolizaba innovación y diseño, pasará a la historia. El futuro de la marca parece más claro: apostar por modelos duraderos, potentes y bien posicionados. Los usuarios han hablado: prefieren autonomía y resistencia antes que una silueta delgada.