Se acaba una era en el diseño de smartphones: Samsung habría decidido poner fin definitivamente a su icónica línea Galaxy Edge. Según medios surcoreanos como NewsPim, la compañía canceló el lanzamiento del Galaxy S26 Edge tras las decepcionantes ventas del Galaxy S25 Edge, que no logró conquistar al público a pesar de su diseño ultradelgado y su ligereza. Fuentes internas aseguran que Samsung planea liquidar el stock restante antes de cerrar por completo la serie Edge.
Personas cercanas al fabricante indicaron que el desarrollo del Galaxy S26 Edge ya estaba terminado, pero Samsung decidió no lanzarlo bajo la misma marca.
Un portavoz anónimo de la compañía declaró: “No estoy seguro de si la línea delgada volverá algún día, pero por ahora parece que no. Prácticamente ha desaparecido.” Con esas palabras, parece confirmarse el final de una de las gamas más distintivas e innovadoras de la firma coreana.
La serie Edge nació como una versión premium de los Galaxy S, reconocida por sus pantallas curvas en los laterales que ofrecían un aspecto futurista y elegante. Sin embargo, con el paso de los años los consumidores empezaron a priorizar otras características: batería de larga duración, resistencia y cámaras más potentes. El S25 Edge no logró destacar en ese panorama. Según datos de Hana Investment & Securities, hasta agosto solo se habían enviado 1,31 millones de unidades, frente a los 8,28 millones del Galaxy S25, los 5,05 millones del S25 Plus y los 12,18 millones del S25 Ultra.
De cara al futuro, Samsung centrará sus esfuerzos en tres modelos principales de la próxima generación: Galaxy S26 Pro, S26 Plus y S26 Ultra, cuyo lanzamiento está previsto para enero. Con esta decisión, la empresa adopta una estrategia más unificada, enfocándose en rendimiento, integración de software y consistencia dentro de su ecosistema, dejando atrás los experimentos de diseño.
Aunque muchos fans lamentarán la desaparición de los bordes curvos, los analistas señalan que el movimiento es lógico: los smartphones con pantallas curvas se han convertido en un nicho minoritario. Así, el Galaxy S25 Edge quedará como el último representante de una época dorada de innovación visual, un símbolo de la audacia con la que Samsung definió el diseño moderno de los teléfonos inteligentes.