Samsung se está preparando para dar uno de sus mayores saltos en inteligencia artificial móvil y el centro de esa apuesta tiene nombre y apellido: Exynos 2500. 
La compañía no quiere que las funciones de IA dependan siempre de la nube, de la cobertura o de la latencia de un servidor lejano. El plan es justo el contrario: que cada vez más tareas se ejecuten directamente en el teléfono, aprovechando al máximo el hardware. Para lograrlo, Samsung ha cerrado un acuerdo estratégico con Nota AI, una firma especializada en compresión y optimización de modelos de IA.
La tecnología de Nota AI ya se ha integrado en Exynos AI Studio, el conjunto de herramientas propio de Samsung para desarrolladores. Allí es donde grandes modelos de lenguaje, redes de visión por computadora y otros sistemas neuronales pasan por una cadena de procesos: reducción de tamaño, cuantización, poda de capas y ajustes específicos para la arquitectura del Exynos 2500. El resultado son modelos mucho más ligeros que pueden ejecutarse de forma fluida en el dispositivo, sin necesidad de enviar cada petición a un centro de datos.
Desde Nota AI insisten en que no se trata simplemente de entregar una librería de software y listo, sino de construir un ecosistema donde hardware y software se diseñan como un todo. El framework analiza cómo se comportan los clústeres de CPU, la GPU y la NPU dedicada bajo carga real, detecta cuellos de botella en memoria y latencias, y a partir de ahí reordena operaciones y optimiza cada modelo para que encaje como un guante en el Exynos 2500. Es la base para ofrecer IA generativa en el borde, es decir, en el propio dispositivo.
Exynos 2500 por dentro: CPU de 10 núcleos, GPU RDNA y NPU dedicada
Sobre el papel, el Exynos 2500 ya es un SoC de gama alta muy completo. La CPU apuesta por una configuración de 10 núcleos: un núcleo prime Cortex-X925 a hasta 3,30 GHz para tareas explosivas, dos núcleos Cortex-A725 a 2,74 GHz pensados para rendimiento sostenido, otros cinco Cortex-A725 a 2,36 GHz para cargas intensas pero prolongadas y, cerrando el bloque, dos núcleos Cortex-A520 a 1,80 GHz centrados en la eficiencia energética y las tareas en segundo plano. Esta combinación permite al sistema operativo repartir las cargas de IA según lo que convenga en cada momento: máxima potencia o máximo ahorro de batería.
La memoria también tiene un papel crítico en la ecuación. El Exynos 2500 es compatible con LPDDR5X con un ancho de banda de hasta 76,8 Gb/s, una cifra clave para redes neuronales que mueven grandes volúmenes de datos de forma constante. En el apartado gráfico aparece la GPU Samsung Xclipse 950 basada en la arquitectura RDNA de AMD. No solo se encarga de empujar juegos exigentes, sino que también puede ayudar en algunas tareas de IA, como escalado de imagen, filtros en tiempo real o efectos generativos en foto y vídeo, siempre que los desarrolladores repartan parte de la carga fuera de la NPU.
59 TOPS bien aprovechados frente a rivales de 100 TOPS
El corazón puramente de IA es la NPU dedicada, con una capacidad anunciada de hasta 59 TOPS (trillones de operaciones por segundo). Si comparamos solo la cifra, queda por detrás de la NPU Hexagon del Snapdragon 8 Elite Gen 5, que se sitúa alrededor de los 100 TOPS según los datos publicados. Sobre el papel parece una derrota clara, pero cualquiera que siga de cerca el mundo de la IA sabe que los TOPS son una métrica muy incompleta: dicen cuánto podría hacer el chip en condiciones ideales, no cuánto hace realmente con modelos concretos.
Si las redes están mal diseñadas, sin podar y sin cuantizar, un chip con 100 TOPS puede pasar gran parte del tiempo esperando datos o trabajando a medias. Con el trabajo de Nota AI integrado en Exynos AI Studio, la idea de Samsung va justo en la dirección contraria: adelgazar los modelos, fusionar operaciones, aprovechar mejor la jerarquía de memoria y exprimir la paralelización. Dicho de forma sencilla, la estrategia es conseguir que una NPU de 59 TOPS sume más rendimiento real en el día a día que otras soluciones que, en teoría, son más potentes.
Qué notarás en un Galaxy con Exynos 2500
Todo esto suena muy técnico, pero al final lo que importa es lo que la persona nota cuando usa su móvil. Un Exynos 2500 bien aprovechado debería ofrecer asistentes de voz que entienden y responden casi al instante, incluso sin conexión. La cámara puede ganar modos de escena más inteligentes, mejor separación de fondo en retratos, borrado automático de objetos y ediciones creativas generadas por IA directamente en la galería, sin subir la foto a ninguna nube.
Funcionalidades clásicas como la traducción de texto, la transcripción de notas de voz o la organización inteligente de fotos y documentos también se benefician. Si el procesamiento se hace localmente, la experiencia es más predecible y rápida, y además se reducen los riesgos de privacidad, porque menos datos abandonan el dispositivo. En un contexto en el que la protección de la información personal es cada vez más importante, el enfoque de IA en el dispositivo puede convertirse en un argumento de peso frente a soluciones que dependen casi por completo de servicios online.
Otro punto clave es la robustez. Cualquiera que haya intentado usar funciones avanzadas en un tren, un avión o una zona con cobertura irregular sabe lo frustrante que es depender del estado de la red. Si buena parte de la IA se ejecuta en el propio Exynos 2500, tu móvil seguirá ofreciendo muchas de esas funciones aunque el 4G o el WiFi vayan justos o no estén disponibles.
De la guerra de benchmarks a la batalla por la mejor IA en el dispositivo
Durante años, el debate sobre los procesadores móviles se ha centrado en quién sacaba un par de puntos más en los benchmarks de CPU o GPU. Con el Exynos 2500 y la alianza con Nota AI, Samsung quiere cambiar la conversación: lo importante ya no es solo quién tiene la cifra más alta de TOPS, sino quién es capaz de convertir ese potencial en funciones útiles, rápidas y seguras para el usuario.
Es cierto que Snapdragon sigue siendo la referencia para muchos entusiastas, y Samsung arrastra la fama de que las variantes con Exynos eran «la versión peor». Pero si la combinación Exynos 2500 + Nota AI cumple lo prometido en los próximos Galaxy – con una cámara más lista, un asistente más rápido, traducciones locales y menos dependencia de la nube – esa percepción podría empezar a cambiar.
Lo que sí parece claro es que la próxima etapa de la carrera por el chip móvil perfecto no se decidirá solo en una gráfica de benchmarks, sino en la calidad de la experiencia de IA en el dispositivo. Con el Exynos 2500 reforzado por las optimizaciones de Nota AI, Samsung está dejando muy claro que piensa competir por el papel de plataforma de referencia para la IA móvil de próxima generación.