El debate sobre el próximo teléfono plegable triple de Samsung, que podría llamarse Galaxy G Fold, ya está encendido.
Según una encuesta, muchos usuarios creen que un precio justo rondaría los 2000 dólares. Sin embargo, los rumores apuntan a un lanzamiento cercano a los 3000 dólares, lo que plantea la gran duda: ¿vale realmente la pena?
Galaxy G Fold: la apuesta más ambiciosa de Samsung
Samsung ya tiene experiencia en plegables, pero un diseño con tres pliegues es otra liga. Tras el Huawei Mate XT, que salió por 3499 euros, la compañía coreana trabaja en un dispositivo que, abierto por completo, funciona como una tableta, pero que también permite desplegar solo una parte para tareas rápidas. El propio TM Roh, jefe de la división móvil, confirmó que el proyecto está casi listo y podría presentarse a finales de este año.
¿Por qué tan caro?
Hay tres razones principales. La primera: investigación y desarrollo. No basta con añadir otra bisagra al Z Fold. Se necesitan baterías nuevas, mecanismos de plegado distintos y un software adaptado para soportar tres posiciones de uso.
La segunda: materiales exóticos. Las bisagras requieren aleaciones avanzadas como titanio o incluso metal líquido. Las pantallas se fabrican con vidrio ultrafino e incluso fluidos no newtonianos, que cambian de consistencia según la presión. Todo esto encarece la producción.
La tercera: bajo volumen de producción. Samsung no se arriesgará a fabricar millones de unidades en la primera generación. Los enormes costos de desarrollo se reparten entre pocas unidades, elevando el precio de cada una.
¿De verdad necesitamos un tri-fold?
Esa es la cuestión. Incluso los plegables “normales” no han terminado de consolidarse en el mercado tras siete generaciones. Pero un tri-fold podría solucionar un problema clave: las proporciones de pantalla incómodas. Abierto del todo se siente como una tablet real para ver videos, y además se puede desplegar solo una parte si se quiere más espacio de forma rápida.
Al final, el precio es lo que manda. Incluso dentro de Samsung dudan de la demanda real. Si los primeros compradores apoyan el formato, quizá en unos años baje a los 2000 dólares que la gente espera. Mientras tanto, seguirá siendo un capricho de lujo para pocos.