Samsung finalmente presentó de manera oficial el tan esperado Galaxy S25 FE, un modelo que venía protagonizando rumores y filtraciones desde hace meses. El dispositivo ya se encuentra disponible en numerosos países sin necesidad de reservas previas, pero en Estados Unidos los usuarios vuelven a encontrarse con opciones más limitadas en comparación con Europa o Asia.
A nivel global, el Galaxy S25 FE se ofrece en tres variantes de almacenamiento: 128 GB, 256 GB y la versión premium de 512 GB. 
Sin embargo, igual que ocurrió con el Galaxy S24 FE, la opción de 512 GB no llegará al mercado estadounidense. Esto significa que los consumidores en EE. UU. solo podrán escoger entre 128 GB y 256 GB, algo que ha generado frustración entre quienes prefieren guardar fotos, vídeos y juegos directamente en el dispositivo.
En cuanto a precios, en Estados Unidos el modelo de 128 GB arranca en 649,99 dólares, mientras que la versión de 256 GB cuesta 709,99 dólares. No obstante, hasta el 22 de septiembre, Samsung.com ofrece una promoción especial que permite comprar la variante de 256 GB por el mismo precio que la de 128 GB, convirtiéndola en la opción más atractiva. En Europa, el modelo de 256 GB se vende por €749 y la edición de 512 GB está disponible sin restricciones.
La compañía no ha dado explicaciones sobre por qué repite esta estrategia. Algunos analistas señalan que se debe a la baja demanda: los usuarios en EE. UU. dependen cada vez más de servicios en la nube y plataformas de streaming. Otros opinan que Samsung busca proteger a los modelos más caros de la gama, como el Galaxy S25 y el S25+, que sí incluyen configuraciones de mayor capacidad.
Así, quienes vivan en Estados Unidos tendrán que conformarse con solo dos opciones de memoria. Para muchos será suficiente, pero aquellos que soñaban con un Galaxy S25 FE de 512 GB deberán recurrir a la importación o mirar hacia otros mercados.