Samsung presentó oficialmente el Galaxy S25 FE, la nueva generación de su línea Fan Edition que reemplaza al S24 FE del año pasado.
No se trata solo de un ajuste menor, sino de un modelo que trae mejoras internas importantes y, sobre todo, una mayor facilidad de reparación, algo cada vez más valorado por los usuarios.
El dispositivo llega con el procesador Exynos 2400, que ofrece un rendimiento más sólido y mejor eficiencia energética. Para controlar la temperatura, la marca amplió en un 10% la cámara de vapor, lo que debería beneficiar tanto a quienes juegan como a quienes usan múltiples aplicaciones al mismo tiempo. Además, la batería aumenta a 4.900mAh y ahora admite carga rápida de 45W, un salto notable frente al S24 FE con 4.700mAh y carga de solo 25W.
El canal PBKreviews publicó un video de desmontaje en el que se aprecia el nuevo diseño interno. El S25 FE cuenta con una distribución más clara de los componentes y un acceso más sencillo a piezas pequeñas como puertos y conectores. Gracias a estos cambios, obtuvo una puntuación de reparabilidad de 9/10, superando los 8,5/10 del modelo anterior. Ese medio punto de diferencia significa que los usuarios tendrán menos complicaciones y costos al reparar el equipo.
Este movimiento se alinea con la tendencia mundial hacia la sostenibilidad y el derecho a reparar. Cada vez más consumidores exigen dispositivos duraderos y fáciles de mantener. Samsung, con esta apuesta, busca ofrecer no solo potencia sino también longevidad y practicidad.
Los primeros medios especializados ya tienen el Galaxy S25 FE en pruebas. Las impresiones iniciales destacan un rendimiento fluido y una excelente autonomía, aunque habrá que esperar los análisis completos para confirmar estas sensaciones. Todo apunta a que podría convertirse en el Fan Edition más equilibrado hasta la fecha.
En conclusión, el Galaxy S25 FE no es una simple actualización. Es un smartphone que combina potencia, batería de larga duración y un diseño más amigable para el usuario, especialmente cuando toca repararlo.