El Samsung Galaxy S25 Ultra ha desatado un intenso debate entre seguidores de la marca y analistas de tecnología. Tras varios años apostando por un diseño cuadrado y de líneas rectas, la compañía decidió dar un giro y recuperar las curvas, apostando por un aspecto más clásico y ergonómico.
Para muchos usuarios, este cambio fue un alivio: el teléfono ahora resulta más cómodo en la mano. Sin embargo, otros opinan que Samsung sacrificó la personalidad y el carácter único que siempre distinguieron a la gama Ultra.
Una encuesta en la que participaron más de 6.000 personas revela que casi el 47% de los votantes aprueba el nuevo aspecto del Galaxy S25 Ultra. El resto se dividió entre quienes lo desaprueban y quienes se muestran indiferentes. Estos datos reflejan que, aunque el cambio no convence a todos, la mayoría parece aceptar la nueva dirección de Samsung.
La lógica detrás de esta decisión es evidente. Los Galaxy S24 Ultra y anteriores destacaban por su aspecto imponente y robusto, con esquinas marcadas que transmitían autoridad. Pero esa estética también tenía un precio: la incomodidad tras un uso prolongado. El S25 Ultra intenta equilibrar ambos mundos: mantiene un aire moderno y premium, pero con un diseño más amable y práctico para el día a día.
Los rumores sobre el Galaxy S26 Ultra, sin embargo, han generado preocupación. Filtraciones iniciales señalan que el dispositivo luce anticuado incluso en comparación con su predecesor. Críticos aseguran que recuerda demasiado al iPhone 17 Pro, aunque con un módulo de cámaras trasero más grande y menos elegante. Ese detalle ha encendido las alarmas entre los fans: ¿está Samsung perdiendo su identidad visual en busca de una estética más genérica?
La gran pregunta es si la compañía surcoreana está cediendo demasiado terreno en su búsqueda de complacer al público masivo. Durante años, Samsung marcó tendencia con diseños atrevidos. Pero si el S26 Ultra se percibe como una copia del iPhone, podría decepcionar a su base más fiel. Aun así, la comodidad, la ergonomía y el atractivo para el consumidor general son factores clave en un mercado tan competitivo.
El Galaxy S26 Edge también ha levantado polémica. Según los filtradores, su diseño estaría fuertemente “inspirado” en los rivales, lo que para algunos significa modernidad práctica, pero para otros es un paso hacia la pérdida de identidad de la línea Galaxy.
La respuesta definitiva llegará con el lanzamiento oficial. El S25 Ultra demostró que los usuarios aceptan cambios cuando estos aportan ventajas reales. El S26 Ultra, en cambio, podría convertirse en una apuesta arriesgada: ¿logrará Samsung atraer nuevos compradores sin perder a los seguidores de siempre? El futuro de la serie Ultra dependerá en gran parte de esta decisión.
2 comentarios
samsung debería innovar más en vez de seguir a apple
prefiero comodidad antes que un diseño rígido jaja