La próxima serie Samsung Galaxy S26 ya está generando debate antes de su presentación oficial, y no precisamente por buenas noticias. 
Una reciente certificación de la CQC en China confirmó que el Galaxy S26 Pro y el Galaxy S26 Edge seguirán limitados a carga de 25W, mientras que el Galaxy S26 Ultra se mantiene en 45W. En pocas palabras: exactamente lo mismo que la generación Galaxy S25. Para muchos seguidores de la marca, esto resulta decepcionante, ya que se esperaba un salto real en la velocidad de carga.
La molestia es comprensible. Marcas chinas como Xiaomi, iQOO o Realme ya ofrecen teléfonos con carga rápida de 100W e incluso 150W, capaces de llenar la batería en menos de 20 minutos. Hasta Apple, que siempre fue tan conservadora como Samsung en este aspecto, decidió dar un paso adelante con el iPhone 17, que ahora soporta hasta 40W. En comparación, que Samsung siga atascada en 25W y 45W en pleno 2025 suena desfasado y poco digno de dispositivos que presumen ser la cima del mercado.
Las críticas no se limitan a la carga. Muchos usuarios también acusan a la compañía surcoreana de repetir los mismos sensores de cámara año tras año, con mejoras mínimas de software. Para los clientes más exigentes, esta estrategia de ajustes menores en lugar de innovaciones de peso genera una sensación de estancamiento. Y cada vez más personas se preguntan si realmente vale la pena cambiar de modelo cada año.
Aun así, no todo está perdido para la serie Galaxy S26. Samsung podría compensar con otros puntos fuertes: un diseño más refinado, pantallas de primer nivel (su especialidad), nuevas funciones basadas en inteligencia artificial y un soporte de actualizaciones prolongado. Estos factores podrían mantener a parte de la clientela, pero difícilmente borrarán la percepción de atraso en un aspecto tan práctico como la carga rápida.
En conclusión, la serie Galaxy S26 seguramente será fiable y potente, como siempre. Pero la gran pregunta es si la fiabilidad basta para convencer a un público que ya se ha acostumbrado a ver avances espectaculares en la competencia. Para quienes consideran la carga ultrarrápida un requisito básico, esta será una de las mayores decepciones del próximo lanzamiento de Samsung.
1 comentario
pantalla brutal, pero sin innovación en lo demás