El Samsung Galaxy S26 Ultra ya no es un secreto: renders filtrados muestran en detalle cómo se verá el próximo buque insignia de la marca en 2026. 
La compañía coreana mantiene la esencia de la serie Ultra, pero introduce cambios que podrían generar tanto entusiasmo como polémica.
El primer aspecto que llama la atención es el diseño. El Galaxy S24 Ultra se caracterizó por su estilo cuadrado, mientras que el S25 Ultra ya suavizó sus líneas. Ahora, el S26 Ultra apuesta por curvas aún más marcadas, ofreciendo un agarre más cómodo, pero perdiendo parte de la identidad robusta que hizo reconocible a la gama
. Incluso el S Pen ha sido ligeramente rediseñado para adaptarse a la nueva silueta, algo que los usuarios habituales de la pluma notarán en el día a día.
En el apartado fotográfico, el gran cambio no está en los sensores, sino en la apertura de la cámara. El nuevo módulo ofrece una apertura más amplia, lo que se traduce en fotos más luminosas en entornos con poca luz, mayor detalle en condiciones complejas y un efecto de profundidad más natural. Aunque algunos esperaban un sensor totalmente nuevo, la mejora óptica promete resultados sólidos y prácticos.
A nivel estético, algunos críticos opinan que el S26 Ultra luce más conservador, sobre todo frente al iPhone 17 Pro, que se renovó de forma radical. Pero en el interior, el Galaxy no se queda atrás: incorporará el Snapdragon 8 Elite Gen 5, probablemente en una versión optimizada para la gama Galaxy. Esto significa un rendimiento de primer nivel en juegos, multitarea fluida y funciones de inteligencia artificial más rápidas. Además, la memoria interna contará con velocidades de acceso superiores, agilizando la apertura de apps y archivos pesados.
Donde no hay avances significativos es en la batería. 
Samsung repite la misma capacidad de 5.000 mAh que ha usado durante años. Para los más exigentes puede sonar a poco, aunque la eficiencia del nuevo procesador y las mejoras de software deberían compensar en autonomía. Lo más curioso de los rumores es la posible incorporación de un “modo de privacidad” en la pantalla, capaz de bloquear miradas indiscretas, una función llamativa si finalmente se confirma.
Por otro lado, Samsung ya ha iniciado la producción masiva de su procesador propio Exynos 2600. Como es habitual, algunos mercados recibirán la versión con Snapdragon y otros con Exynos, una estrategia que sigue dividiendo a los usuarios: mientras unos destacan la potencia del Snapdragon, otros se quejan del rendimiento desigual de los chips Exynos.
En conclusión, el Galaxy S26 Ultra no apuesta por la revolución, sino por la evolución. Para muchos consumidores esto es positivo: consistencia, potencia y refinamiento pesan más que cambios arriesgados en el diseño. El tiempo dirá si este modelo se recuerda como un punto de inflexión o simplemente como una entrega más en la saga Ultra.
1 comentario
apple fans dirán que copiaron otra vez 😂