Samsung se prepara para dar un golpe fuerte en el mercado con el Galaxy TriFold, un dispositivo que promete romper moldes. No se pliega una sola vez, sino dos, creando tres paneles que, al desplegarse, forman una pantalla de unas 10 pulgadas. Es un híbrido entre smartphone, tablet y estación de trabajo portátil, con un precio que rondaría los 3.000 dólares. 
Una cifra que impresiona, pero que podría justificarse viendo lo que ofrece.
La idea es sencilla pero ambiciosa: dos bisagras en lugar de una. Cerrado, parece un móvil normal; abierto, se convierte en un mini tablet. Las filtraciones de fuentes como @TechHighest y @evowizz muestran cómo las apps iniciadas en la pantalla externa continúan de manera fluida al abrir el dispositivo. La multitarea es clave: abrir varias aplicaciones a la vez, reorganizarlas en la pantalla o convertirlas en ventanas flotantes. Todo esto combinado con DeX, el modo que convierte los Galaxy en una experiencia casi de PC, lo posiciona como un rival directo de los portátiles ultraligeros.
La inteligencia artificial también tendrá un papel central. En una de las demos, la Galaxy AI ocupa gran parte de la pantalla en el navegador Samsung Internet, ofreciendo ayuda en tiempo real. Pero también se puede minimizar en una ventana flotante para no interrumpir el resto de la actividad. Es un claro intento de Samsung de mostrar que el teléfono puede ser más que un dispositivo de comunicación: una herramienta inteligente de productividad.
Las llamadas, por ejemplo, se gestionan de otra manera. Cuando el TriFold está abierto, la interfaz de llamadas se convierte en una pequeña ventana que no interrumpe lo que estás haciendo. Así, puedes hablar y al mismo tiempo responder correos, ver un video o revisar documentos.
En el apartado fotográfico, los rumores apuntan a un teleobjetivo con zoom de hasta 100x, apoyado en IA para mejorar nitidez y estabilidad. Y gracias a su diseño, las cámaras principales podrán usarse también para selfies y videollamadas, ofreciendo calidad superior en cualquier ángulo. Un plus atractivo para creadores de contenido, viajeros o cualquiera que quiera la mejor calidad en la cámara frontal.
Desde el lanzamiento del primer Galaxy Fold en 2019, no había un cambio tan grande en la línea de Samsung. El TriFold representa el siguiente paso en la evolución de los formatos. Es cierto que su precio lo aleja del público masivo y que persisten las dudas sobre la durabilidad de las pantallas plegables y las bisagras. Pero si sigue el mismo camino que los Fold anteriores, podría abrir la puerta a que, en unos años, estos formatos se popularicen y bajen de precio.
Al final, el Galaxy TriFold puede ser visto como un símbolo de estatus, una herramienta de trabajo o una máquina de entretenimiento. Lo importante es que demuestra que la categoría smartphone todavía tiene espacio para innovar y sorprender. La cuestión es: ¿estamos listos para llevar un mini tablet plegable en el bolsillo?