El Galaxy Z Fold 7 no solo está cumpliendo las expectativas, sino que las está superando con creces. 
El nuevo modelo de Samsung ha llegado con un diseño más delgado, más ligero y resistente, y está conquistando a un público que hasta hace poco veía a los plegables como un experimento de nicho.
Según reportes desde Corea del Sur, la compañía tenía previsto producir unas 200.000 unidades del Galaxy Z Fold 7. Pero la demanda fue tan fuerte que Samsung elevó la meta a 260.000. En julio alcanzaron un récord de 1,3 millones de unidades producidas, y en agosto sumaron otras 430.000, lo que superó la proyección inicial en 100.000. Dos meses consecutivos con metas ajustadas al alza confirman que el interés por este modelo no es pasajero.
El medio The Elec señala que Samsung planea despachar 6,1 millones de smartphones plegables en total, incluyendo el Galaxy Z Flip 7, el Galaxy Z Flip 7 FE, el Galaxy Z Fold 7 y el esperado Galaxy Z TriFold. Este último podría marcar un antes y un después: una pantalla externa de 6,5 pulgadas, una interna de 10 pulgadas y un sistema de triple cámara con un sensor principal de 200 MP. Con esta estrategia, la marca busca cubrir todo el espectro, desde versiones más asequibles hasta dispositivos de vanguardia, consolidando así su liderazgo en un mercado donde Huawei ha avanzado, pero Apple todavía no ha dado el primer paso.
Los analistas prevén que solo el Galaxy Z Fold 7 superará los 2,4 millones de ventas en 2025, rebasando al Z Fold 6, que cerró en 2,23 millones. Esto refleja un cambio claro en los hábitos de consumo: los plegables ya no son un capricho tecnológico, sino una opción real frente a los smartphones tradicionales. Para muchos, la posibilidad de llevar un teléfono que se convierte en mini tablet es una ventaja enorme para la productividad, el entretenimiento y el multitarea.
Aun así, no todo son halagos. Mientras el hardware recibe aplausos, algunos usuarios critican la experiencia con Android: actualizaciones de Play Store que se quedan colgadas, una app de cartera poco pulida y una integración con el hogar inteligente que se queda corta frente a iOS. Y, cómo no, el precio: el Fold 7 sigue siendo un dispositivo de lujo fuera del alcance de la mayoría. Muchos coinciden en que la clave para que los plegables se masifiquen está en lanzar modelos más económicos de gama media.
Por ahora, Samsung disfruta de la delantera. El primer iPhone plegable no se espera antes de finales del próximo año, y cuando llegue la competencia será intensa. Pero hoy, la surcoreana está marcando el camino y estableciendo los estándares de esta nueva categoría. El éxito del Galaxy Z Fold 7 demuestra que los plegables han dejado de ser un experimento y empiezan a ser parte del presente.
Y en paralelo llega “Iconic Phones: Revolution at Your Fingertips”, un libro ilustrado que recorre dos décadas de teléfonos icónicos. Con modelos como el Z Fold 7 marcando tendencia, nunca hubo mejor momento para repasar cómo evolucionaron los móviles y pensar hacia dónde nos llevan.