Samsung podría estar por dar un giro importante en su estrategia de producción para la próxima serie Galaxy S26.
Según medios coreanos, el aumento en los costos de fabricación de chips con tecnología de 2nm estaría llevando a la compañía a considerar el uso de materiales OLED provenientes de China, algo impensado hasta hace poco.
El protagonista de esta historia es el procesador Exynos 2600, que ya entró en fase de prueba utilizando el nuevo proceso GAA de 2nm. El problema es que solo se logra una tasa de rendimiento del 50%, lo que encarece mucho cada unidad producida. Para que este chip sea rentable, se necesita al menos un 70% de eficiencia. Si no se logra, el Galaxy S26 podría salir mucho más caro.
Una de las soluciones en evaluación sería recurrir a proveedores chinos para los paneles OLED. Esto ayudaría a reducir costos y a mejorar ciertas especificaciones que han sido criticadas por quedar atrás frente a marcas chinas. Sin embargo, el riesgo es alto: para concretar alianzas, Samsung tendría que compartir tecnologías clave, y eso abre la puerta a copias y pérdida de ventaja competitiva en un sector donde aún lidera.
Los paneles de Samsung son considerados los mejores del mercado, y son utilizados incluso por Apple. Si los fabricantes chinos acceden a esa tecnología, el panorama del mercado podría cambiar radicalmente. Y no se sabe cómo reaccionará Apple si sus pantallas terminan incluyendo materiales provenientes de China.
Por ahora no hay nada confirmado, pero queda claro que Samsung está buscando formas de mantenerse competitiva sin sacrificar calidad ni márgenes de ganancia.