Samsung prevé una caída importante de sus ganancias para el segundo trimestre de 2025, con una disminución estimada del 56%, mucho peor de lo que los expertos habían anticipado.
¿A qué se debe esta caída tan fuerte? La razón principal parece ser las bajas ventas de sus chips de memoria de alto rendimiento, que son esenciales para los dispositivos y servicios de inteligencia artificial (IA).
Como el mayor fabricante de chips de memoria del mundo – los pequeños componentes de silicio que almacenan datos en todo, desde teléfonos inteligentes hasta computadoras y servidores de IA – Samsung enfrenta grandes dificultades. La compañía reconoció que las restricciones de EE. UU., que limitan la venta de chips avanzados de IA a China, están afectando gravemente su negocio. Sin embargo, los expertos también señalan que Samsung se ha quedado atrás en la entrega de sus nuevos chips de memoria HBM (High-Bandwidth Memory) a uno de sus clientes más importantes, Nvidia, un líder en hardware de IA.
A principios de este año, en marzo, Samsung dijo que estaba avanzando bien con sus nuevos chips HBM3E de 12 capas y esperaba comenzar a enviarlos en junio. Sin embargo, ahora la compañía informa que esos chips aún están siendo probados por los clientes y no hay novedades sobre cuándo Nvidia comenzará a utilizarlos.
Mientras tanto, competidores como SK Hynix y Micron ya están aprovechando el auge de la IA en EE. UU., mientras que Samsung depende más del mercado chino, que está siendo afectado por las restricciones estadounidenses y la competencia local, lo que está ralentizando sus ventas. Un analista citado por Reuters dijo que el futuro de Samsung depende de ponerse al día en la carrera de los chips de IA. Sin eso, la compañía corre el riesgo de quedarse atrás.
La situación podría empeorar aún más si EE. UU. impone nuevos aranceles a la electrónica, incluidos los teléfonos inteligentes, lo que también podría perjudicar el negocio de teléfonos de Samsung. Además, con la intensa competencia, a Samsung le será difícil aumentar los precios para mejorar sus ganancias.
Para el período de abril a junio, Samsung espera generar alrededor de 4,6 billones de won coreanos (aproximadamente 3,36 mil millones de dólares), lo que representa una caída importante respecto a los 10,4 billones de won del año pasado, marcando su peor resultado en un año y medio. Las ventas totales se espera que se mantengan prácticamente estables en 74 billones de won (aproximadamente 54 mil millones de dólares).
Mirando hacia el futuro, Samsung espera que la situación mejore más adelante este año, con nuevos lanzamientos de teléfonos inteligentes, incluidos los plegables, que están programados para el 9 de julio, además de un aumento gradual en la demanda de sus chips de IA por parte de clientes fuera de Nvidia. El negocio de fabricación de chips de Samsung (foundry) también enfrenta desafíos debido a las restricciones de EE. UU. para la venta a China y niveles más bajos de producción. Sin embargo, la empresa espera que este negocio pierda menos dinero en la segunda mitad del año, a medida que la demanda empiece a aumentar.