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Samsung 4 nm: así marca el acuerdo de OPU con Tsavorite el giro de su negocio de fundición

por ytools
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Durante años el negocio de fundición de chips de Samsung fue visto como el eslabón débil del gigante coreano: problemas de rendimiento, clientes que se iban a TSMC y un proceso de 4 nm del que se hablaba casi en tono de chiste. Ahora el relato empieza a cambiar.
Samsung 4 nm: así marca el acuerdo de OPU con Tsavorite el giro de su negocio de fundición
Fuentes de la industria apuntan a que el nodo de 4 nm de Samsung ya se mueve en una franja de rendimiento cercana al 60–70 %, lo bastante sólida como para atraer de nuevo pedidos de volumen. La primera prueba visible es un contrato de más de 100 millones de dólares con la estadounidense Tsavorite Scalable Intelligence para fabricar una nueva clase de acelerador, la llamada Omni Processing Unit (OPU).

Tsavorite forma parte de esa nueva generación de compañías de inteligencia artificial que no quiere vivir atada al ciclo de escasez y precios disparados de las GPU clásicas. Las tarjetas gráficas siguen siendo la columna vertebral del cómputo de IA, pero no están pensadas a medida de cada plataforma. La apuesta de Tsavorite es distinta: una OPU que integra CPU, GPU y memoria en un único chip fuertemente acoplado. Al concentrar los bloques de cálculo y el subsistema de memoria, se recortan latencias, se reduce el gasto energético en mover datos y se simplifica el diseño de la pila de software, desde compiladores hasta frameworks de entrenamiento e inferencia.

Desde el punto de vista financiero, la jugada es llamativa para una empresa joven. Distintos informes hablan de unas reservas de producción en torno a 150 mil millones de wones surcoreanos, algo más de 100 millones de dólares, vinculadas a estos chips de IA. Para Tsavorite es una apuesta agresiva por controlar su propio destino tecnológico. Para Samsung, la cifra puede parecer modesta frente a la escala del grupo, pero es un hito simbólico: el mismo nodo de 4 nm que hace no tanto se describía como una pesadilla empieza a transformarse en un activo comercial creíble.

El contexto tecnológico ayuda. Con los procesos de 3 nm y 2 nm acaparando los proyectos más caros y visibles, el 4 nm se coloca en una especie de punto dulce: suficiente densidad y eficiencia para competir en gama alta, pero con costes por oblea más manejables. Samsung puede reservar sus líneas más avanzadas para chips con márgenes muy altos y ofrecer descuentos agresivos en 4 nm a clientes que priorizan la relación rendimiento/precio. Para Tsavorite, eso significa acceso a silicio moderno sin pagar el peaje completo de estar en la primera ola de 3 nm o 2 nm.

Para entender por qué este cambio de rendimiento es tan relevante, conviene recordar qué es el yield en fabricación de semiconductores. Cada oblea contiene decenas o cientos de chips, pero solo una parte sale realmente funcional. Cuanto más baja es la proporción de dies buenos, más caro resulta cada chip vendible, porque tiene que absorber el coste de los defectuosos. Eso fue exactamente lo que lastró el 4 nm y los primeros pasos de la tecnología GAA de 3 nm de Samsung, dejando la puerta abierta a que TSMC se quedara con contratos clave en móviles, centros de datos y diseños personalizados. Ahora, con un 4 nm que se consolida en el rango del 60–70 % y un primer chipset de 2 nm, el Exynos 2600, del que se habla de rendimientos alrededor del 50 %, la compañía por fin tiene una base desde la que iterar.

El contrato con Tsavorite tampoco llega en solitario. Samsung habría sumado pedidos de dos fabricantes chinos de equipos de minería de criptomonedas, un sector que vive obsesionado con el rendimiento por vatio y el coste por hash. A eso se añade un acuerdo de en torno a 16,5 mil millones de dólares con Tesla para chips ligados al coche conectado y a la conducción asistida. El resultado es un portfolio de clientes muy diverso: startups de IA con ganas de jugársela con arquitecturas nuevas, actores de cripto que buscan puro throughput y una marca de automoción que exige fiabilidad, eficiencia y hojas de ruta claras a largo plazo.

En paralelo, el movimiento reabre el debate sobre la competencia real en fabricación avanzada. En comunidades de hardware no faltan los comentarios que se burlan de los nodos recientes de Intel por su calor y consumo, mientras TSMC es tratada como árbitro absoluto del mercado. La entrada en escena de un 4 nm de Samsung que ya no da miedo y el avance, aunque aún incipiente, de sus nodos de 3 nm y 2 nm añaden una tercera pata al tablero. Más capacidad en nodos punteros suele traducirse en menos cuellos de botella, menos picos de precio y más margen de maniobra para diseñadores de chips grandes y pequeños.

Eso no significa que toda la historia esté escrita. Sobre la OPU de Tsavorite quedan muchas incógnitas: tamaño del die, TDP real, tipo y cantidad de memoria integrada y externa, topología interna de cálculo. Son estos detalles los que permitirán medirla frente a GPU de última generación y aceleradores de IA ya establecidos. De momento solo está claro el esquema general: un diseño altamente integrado de CPU, GPU y memoria en 4 nm de Samsung, pensado a medida para la plataforma de inteligencia escalable de Tsavorite.

Aun así, el mensaje que deja este contrato es nítido. El nodo de 4 nm que antes le costaba a Samsung diseños clave empieza a convertirse en argumento de venta. Si la empresa consigue mantener y mejorar el rendimiento en este proceso mientras pule progresivamente sus 3 nm y 2 nm, el negocio de foundry puede pasar de dolor de cabeza a motor de beneficios en la segunda mitad de la década. Para el resto del ecosistema, eso se traduce en algo muy simple: más opciones, más presión competitiva y, con suerte, mucha más capacidad de cómputo de IA disponible para quien intenta entrenar el próximo gran modelo.

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