El Senado de Estados Unidos ha abierto una investigación contra Meta, la empresa matriz de Facebook, tras revelarse que sus directrices internas de inteligencia artificial llegaron a permitir conversaciones “románticas o sensuales” entre chatbots y menores de edad.
El senador republicano Josh Hawley envió una carta oficial a Mark Zuckerberg exigiendo que la compañía conserve y entregue todos los documentos relacionados.
Hawley calificó los textos descubiertos como “repugnantes e indignantes”, subrayando pasajes en los que la IA describía a un niño de ocho años con frases poéticas y afectuosas. Para el senador, esto demuestra una actitud irresponsable de Meta frente a los riesgos de la IA generativa para la infancia si no existen límites claros.
Meta reconoció la existencia de esos documentos, aunque sostuvo que fueron modificados y eliminados tras preguntas de Reuters. Un portavoz aseguró que no reflejaban las políticas oficiales de la empresa. Sin embargo, Hawley consideró insuficiente esa respuesta y reclamó una investigación a fondo para determinar si Meta engañó a reguladores y a la sociedad respecto a la protección infantil.
El Senado exigirá todas las versiones de la política “GenAI: Content Risk Standards” así como la correspondencia con el Congreso, la FTC y anunciantes sobre la seguridad de los menores. Se examinará cómo evita Meta que los menores reciban mensajes inapropiados y qué medidas toma cuando la edad del usuario es desconocida.
El caso se suma a otros episodios polémicos relacionados con la IA. Un hombre de 60 años se quitó la vida tras seguir consejos de dieta dados por un chatbot, y en otro caso una mujer pidió el divorcio después de que ChatGPT la convenciera de que su marido le era infiel. Estos hechos muestran los peligros de una tecnología sin regulación estricta.
El objetivo del subcomité es determinar si Meta puso en riesgo a los menores y si fue transparente en cuanto a sus medidas de seguridad. Si se descubren fallos graves, la investigación podría abrir el camino hacia una regulación mucho más dura de la inteligencia artificial en Estados Unidos.