Los fans de Nintendo han notado una ausencia importante en los créditos de Mario Kart World: la de Shigeru Miyamoto, el creador de Mario.
Aunque esto puede sorprender a algunos, no es tan inesperado si se considera el cambio de rol que Miyamoto ha tenido dentro de la compañía en los últimos años.
En el pasado, el nombre de Miyamoto estaba vinculado a casi todos los grandes lanzamientos de Nintendo. Desde la creación de Donkey Kong hasta el desarrollo de franquicias como Pokémon y Pikmin, su contribución fue un pilar fundamental de la identidad de la compañía. De hecho, en el año 2000, él tenía más de 20 créditos en diversos juegos. Sin embargo, tras asumir el puesto de “Creative Fellow” en 2005, su rol se ha vuelto cada vez más consultivo. Hoy en día, Miyamoto está más vinculado con la expansión de Nintendo fuera del ámbito de los videojuegos, como en el Super Mario Bros. Movie y los parques temáticos Super Nintendo World.
Antes del lanzamiento de la Switch 2 en 2024, los créditos más recientes de Miyamoto fueron como Supervisor Principal en los spin-offs Mario & Luigi: Brothership y Princess Peach: Showtime!. En Super Mario Bros. Wonder (2023), aunque estaba acreditado como Supervisor, la producción del juego estuvo a cargo de otros veteranos de Nintendo, Takashi Tezuka y Shiro Mouri. Dado su papel de supervisión, no es sorprendente que no esté en los créditos de Mario Kart World, especialmente porque su participación en juegos recientes de Mario Kart como Mario Kart Tour también fue limitada.
Otra ausencia notable es la de Samantha Kelly, la voz de la Princesa Peach y Toad durante más de 18 años. El día del lanzamiento de Mario Kart World para Switch 2, Kelly descubrió que ya no aparecía en los créditos, lo que marcó el fin de una era.
De alguna manera, la ausencia de Miyamoto refleja la evolución de su carrera. Antes estaba profundamente involucrado en el desarrollo de juegos, pero ahora ocupa un rol más relajado y consultivo dentro de Nintendo. Y aunque algunos fans pueden extrañar su participación activa, es evidente que su legado sigue influenciando a la compañía.
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Miyamoto se está convirtiendo en el Stan Lee de Nintendo, pero no es algo malo