Durante años, Sony ha tenido el potencial para desafiar a gigantes como Apple y Samsung, pero parece que la compañía ha decidido dejar pasar esta oportunidad. Sony ha sido una de las pocas marcas capaces de agitar el mercado saturado de smartphones, pero parece que esto nunca ha sido uno de sus objetivos.
Aún más preocupante es que, en lugar de acercarse a esa meta, Sony parece estar haciendo todo lo posible por obstaculizar el éxito de sus dispositivos más premium, como el recientemente lanzado Xperia 1 VII.
La semana pasada, Sony detuvo las ventas y envíos del Xperia 1 VII en Japón debido a informes sobre problemas técnicos. Los usuarios reportaron que sus teléfonos se apagaban, se reiniciaban solos o, en algunos casos, no encendían en absoluto. Aunque este tipo de noticias siempre es preocupante, en el caso de Sony, parece ser solo una gota más en un mar de contratiempos continuos. Y lo peor es que muchos de estos problemas parecen ser provocados por la propia Sony.
El Xperia 1 VII tenía un gran potencial
El Xperia 1 VII podría haber sido un excelente dispositivo insignia. El teléfono tiene características impresionantes que fácilmente podrían haberlo destacado entre otros flagships, especialmente en el mercado estadounidense. El compromiso de Sony con la calidad es evidente en las especificaciones del teléfono. Cuenta con una increíble pantalla OLED 4K de 6.5 pulgadas, el chip Snapdragon 8 Elite y una duración de batería sólida.
Lo que realmente diferencia a Sony es su negativa a eliminar elementos clave de sus dispositivos premium. A diferencia de la mayoría de sus competidores, Sony no ha recortado funcionalidades esenciales en su dispositivo insignia. El Xperia 1 VII es uno de los pocos dispositivos que todavía tiene entrada para auriculares de 3,5 mm, ranura para tarjeta microSD y altavoces estéreo frontales.
Además, Sony ha incluido detalles que entusiasmarán a los fanáticos de la tecnología. El Modo Creador para la pantalla, por ejemplo, ofrece una reproducción de colores ultra precisa, lo que es ideal para la edición de fotos y videos. El soporte para audio de alta resolución y LDAC será un sueño para los audiófilos. Los amantes de la fotografía también estarán encantados con el zoom óptico continuo de 3,5x a 7,1x, además de un botón de obturador de dos pasos.
En teoría, el Xperia 1 VII tiene todo lo necesario para atraer a los entusiastas de los smartphones. Sin embargo, no ha logrado cumplir con las expectativas.
La decepción con el Xperia 1 VII
Aunque el Xperia 1 VII ofrece un hardware impresionante, su software deja mucho que desear. A pesar de sus sensores de cámara de alta calidad, la cámara del teléfono ofrece resultados inconsistentes debido a problemas de software. La suspensión de ventas de la semana pasada probablemente estuvo relacionada con estos mismos problemas de software.
Además, el Xperia 1 VII solo recibirá 4 años de actualizaciones de sistema operativo y 6 años de actualizaciones de seguridad, lo cual es mucho menos que los 7 años que ofrecen el Pixel 9 y el Galaxy S25. Sony también es conocida por ser lenta con el lanzamiento de actualizaciones de software, lo que empeora aún más la situación.
Todo esto no sería tan grave si el Xperia 1 VII no fuera uno de los smartphones más caros del mercado. El teléfono comenzó a venderse en Europa por €1.499 y en el Reino Unido por £1.399 para la versión de 256GB, lo que lo hace más caro que el iPhone 16 Pro Max y el Samsung Galaxy S25 Ultra. Además, Sony ni siquiera vende el Xperia 1 VII en los Estados Unidos.
Lo que podría haber sido
Vivimos en una era de actualizaciones incrementales de smartphones, lo que es todo menos emocionante. Año tras año, nos bombardean con presentaciones llamativas que nos venden nuevos modelos de teléfonos que, básicamente, son iguales a sus predecesores, solo con algunas pequeñas mejoras.
Sony es una de las pocas marcas que podría ofrecer algo verdaderamente innovador. Más importante aún, parece que existe una demanda para ello. Cuando preguntamos a nuestros lectores si comprarían el Xperia 1 VII si estuviera disponible, el 46% respondió que sí lo comprarían, aunque el teléfono no esté disponible en su mercado. Es cierto que esta encuesta se hizo en un sitio especializado, y la mayoría de los participantes ya son fanáticos de Sony, pero los resultados muestran que una gran cantidad de entusiastas de la marca estarían dispuestos a comprar el teléfono si el precio fuera más accesible.
Entonces, ¿qué puede hacer Sony? En primer lugar, debe encontrar una forma de reducir el precio de sus dispositivos. Si el Xperia 1 VII fuera un poco más barato que el Galaxy S25 Ultra y el iPhone 16 Pro Max, muchos de sus problemas podrían pasarse por alto. Sony también debe regresar al mercado estadounidense y vender sus dispositivos a nivel mundial. No estar presente en el mercado más grande del mundo es un error, y tener éxito allí podría ser un gran impulso para la presencia global de la marca.
Si Sony logra reducir el precio, solucionar los problemas de software y regresar al mercado estadounidense, podría ser un gran éxito. Esperemos que la compañía reconozca el potencial de sus productos y tome las decisiones correctas para cambiar la situación.