SpaceX está construyendo una nueva plataforma de pruebas para su nave Starship en las instalaciones de Texas, después de que una explosión el mes pasado destruyera gran parte de la infraestructura original. Este incidente ha sido un duro golpe para el programa, que ya venía con retrasos en 2025 por problemas técnicos en la segunda generación de la etapa superior del cohete.
Según informó SpaceX, la causa fue un tanque presurizado defectuoso en la parte delantera de la nave.
Aunque reemplazar el componente parece sencillo, la explosión obligó a la empresa a realizar nuevas pruebas estáticas antes de pensar en el próximo lanzamiento, lo que retrasa aún más el calendario.
No es la primera vez que la compañía enfrenta este tipo de contratiempos. En 2023, el primer intento de vuelo de Starship también terminó en fracaso, cuando la nave no logró separar sus etapas y los motores dañaron seriamente la plataforma de lanzamiento. Ese incidente obligó a reconstruir todo e implementar un sistema de enfriamiento por agua para proteger la infraestructura durante los despegues.
Ahora, SpaceX está adaptando una estructura de transporte para convertirla en una nueva base de pruebas, que se instalará directamente sobre la torre de lanzamiento para aprovechar el sistema de enfriamiento. Esta solución permitirá retomar los ensayos lo antes posible. A pesar de los tropiezos, SpaceX demuestra nuevamente su capacidad de reaccionar rápido y seguir adelante.
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