¡SpaceX vuelve a la carga! Después de que una explosión en junio destruyera una de sus naves y equipos de prueba, la empresa de Elon Musk realizó con éxito una prueba de encendido de los motores del Starship en la plataforma de lanzamiento de Boca Chica, Texas.
Durante seis intensos segundos, los seis motores Raptor rugieron al unísono, iluminando el cielo texano.
El accidente de junio obligó a SpaceX a rediseñar su infraestructura, construyendo una nueva base de pruebas directamente en la plataforma. Ayer se probó un solo motor para simular una ignición en el espacio, pero hoy fue el turno de toda la potencia: seis motores encendidos a la vez.
La nave probada forma parte de la segunda generación de Starship y es la penúltima de su tipo. El vuelo 10 será crucial, ya que pondrá a prueba azulejos térmicos mejorados, un sistema que intenta atrapar la nave desde la torre de lanzamiento y una nueva capacidad para desplegar satélites.
Esta generación ha tenido varios tropiezos: múltiples fallos y solo un vuelo medianamente exitoso. Aun así, el último logró seguir la trayectoria prevista, lo que dio un poco de esperanza para lo que viene.
Han pasado más de dos meses desde el vuelo 9, así que SpaceX está ansiosa por avanzar. Si el vuelo 10 sale bien, se lanzará el vuelo 11, el último con este diseño, antes de pasar a los vehículos de tercera generación.
Dominar tecnologías como el reabastecimiento en órbita y la recuperación de la nave mediante la torre es esencial para reducir costos, reutilizar cohetes y avanzar en las misiones lunares del programa Artemis de la NASA. El vuelo 10 podría ser el punto de inflexión que la compañía necesita.