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Speedrunner encuentra más de 20 niveles ocultos en Super Mario casi 40 años después

por ytools
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Casi cuarenta años después de su lanzamiento, Super Mario Bros: The Lost Levels vuelve a sorprender al mundo. Un speedrunner llamado Kosmic logró descubrir más de veinte niveles ocultos, jamás vistos en el clásico de 1986. Sí, leíste bien: nuevos niveles en un Mario de hace casi cuatro décadas. El fandom retro está de fiesta.

Para entender la magnitud del hallazgo, hay que recordar que Super Mario Bros: The Lost Levels fue la verdadera secuela del Mario original, publicada primero solo en Japón. Era tan difícil que Nintendo consideró que los jugadores occidentales no la soportarían.
Speedrunner encuentra más de 20 niveles ocultos en Super Mario casi 40 años después
Décadas más tarde llegó al resto del mundo dentro de Super Mario All-Stars. Desde entonces, los fans creían haber descubierto todos los secretos posibles. Pero no: el cartucho aún escondía misterios que nadie imaginaba.

En un video de 40 minutos, Kosmic explica cómo, con una mezcla de técnica, precisión y un poco de locura, consiguió forzar al juego a cargar niveles que oficialmente no existen. Los llama “mundos fantasma”. El truco se basa en cómo el juego decide a qué mundo enviarte al terminar una fase. Si terminas tocando la bandera, el número del área sube (por ejemplo, de 1-1 a 1-2). Si vences a Bowser con el hacha, aumenta el número del mundo (de 1-4 a 2-1). Sencillo… hasta que entra en juego el sistema de tuberías.

Todo fan veterano recuerda el mítico “Mundo -1” del Mario original: un nivel acuático infinito al que se accedía por error al entrar en una tubería mal cargada. En The Lost Levels, Nintendo corrigió ese glitch. Sin embargo, Kosmic descubrió que si te metes en la tubería mientras el juego todavía está cargando, el sistema se confunde y te lanza a direcciones de memoria aleatorias. Y ahí es donde empieza la magia (y el caos).

Combinando banderas, hachas y tuberías en secuencias exactas, Kosmic logró que el juego cargara mundos completamente nuevos con nombres como “B-5”, “B-A” o “B-L”. Este truco funciona sobre todo en la versión de Super Mario All-Stars, ya que los archivos de guardado influyen en cómo se cargan los datos de nivel, generando variaciones inesperadas. Lo que para Nintendo era una simple función de guardado, se convirtió en una puerta a lo desconocido.

Después de muchísimos intentos, Kosmic fue más allá de los mundos bonus conocidos. Pasó de B-4 a B-5, B-6 y así hasta B-D. Las primeras fases eran versiones raras de niveles normales, con enemigos fuera de lugar o bloques imposibles. Pero al llegar a B-E, todo se volvió una pesadilla: Mario apareció encerrado entre muros de ladrillo, sin salida. La comunidad lo bautizó como “la cárcel de Mario”. Solo se podía escapar guardando y saliendo del juego. Surrealista total.

Desde ahí continuó hasta B-F, B-G y más. Cada nuevo mundo tenía su propio comportamiento: algunos parecían normales al principio, otros se rompían por completo. Algunos eran versiones distorsionadas de niveles conocidos, con el cielo reemplazado por bloques, o con tubos que no llevaban a ninguna parte. Otros directamente hacían colapsar el juego. Era como asomarse a los sueños corruptos de los programadores de los 80.

¿Por qué tardó 39 años en descubrirse todo esto? Kosmic lo explicó: “Lost Levels lo jugó mucha menos gente que el primer Mario. Este truco está escondido en los mundos bonus, solo funciona en la versión All-Stars, y requiere una precisión absurda. No es fácil, es casi imposible.”

En su video se puede ver el esfuerzo: decenas de intentos, ajustes de cámara, movimientos medidos al milímetro. El glitch depende no solo de la posición de Mario, sino también de cómo el juego carga los datos y en qué momento exacto se ejecuta. Es más una hazaña de ingeniería que un truco casual.

La comunidad retro estalló de emoción. Los foros y canales de YouTube se llenaron de experimentos y teorías. Gente desempolvó sus cartuchos y ROMs intentando replicar la hazaña. Lo que Kosmic hizo va más allá del speedrun: es arqueología digital. Una demostración de que los videojuegos clásicos aún pueden sorprendernos, incluso después de tanto tiempo.

Un usuario lo resumió con humor: “Nintendo es la única empresa que lanza contenido gratuito por accidente 40 años después.” Mientras otras compañías cobran por remakes y suscripciones, Mario sigue regalando misterio y diversión. Es pura poesía gamer.

Para Kosmic, más que un récord, fue una aventura científica y emocional. Cada nuevo nivel descubierto es una ventana al pasado, una forma de entender cómo se construyeron esos mundos con tan poco hardware y tanta imaginación. Y al final, el mensaje es claro: incluso después de casi cuarenta años, Mario todavía tiene lugares nuevos adonde saltar.

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