Cuando se habla del éxito monumental de Apple, hay dos nombres que nunca faltan: Steve Jobs y Tim Cook. Dos estilos, dos personalidades, pero una misma meta – convertir a Apple en sinónimo de innovación, diseño y perfección. 
Ahora que Tim Cook ha superado oficialmente a Jobs como el CEO con más años al mando, un nuevo análisis visual muestra cómo cada uno dejó su huella en los 14 años que transformaron a la compañía en la más valiosa del mundo.
El regreso de Steve Jobs en 1997 fue casi milagroso. Apple estaba al borde del colapso, pero en poco tiempo él la resucitó, llevándola de una valoración de apenas 2.500 millones de dólares a unos impresionantes 347.000 millones. Eso equivale a un aumento del 13.900%. Pero más allá de las cifras, lo importante fue el cambio cultural: el iMac hizo que los ordenadores fueran atractivos; el iPod cambió cómo escuchábamos música; el iPhone redefinió los teléfonos y el iPad creó un nuevo tipo de dispositivo. Jobs no solo vendía tecnología, vendía una idea: que los productos podían ser hermosos, intuitivos y emocionantes al mismo tiempo.
Tras su fallecimiento, muchos pensaron que el espíritu creativo de Apple moriría con él. Pero Tim Cook demostró lo contrario. Asumió el liderazgo en 2011 y llevó la empresa a otro nivel: de 347.000 millones a más de 3,7 billones de dólares en valor de mercado – un crecimiento del 966%. Puede parecer menor en porcentaje, pero mantener el impulso de una empresa ya gigantesca es una tarea titánica. Cook convirtió a Apple en una máquina perfectamente engrasada, con una estructura global que genera beneficios récord año tras año.
La era Cook no se define por revoluciones, sino por evolución constante. Bajo su mando, Apple lanzó los AirPods, que se volvieron un fenómeno cultural; el Apple Watch, que hizo de la compañía el mayor fabricante de relojes del planeta; y los chips M1, que marcaron un antes y un después en el rendimiento de los Mac. Más recientemente, con el AirTag y el Vision Pro, Cook ha demostrado que la innovación no siempre necesita ser ruidosa, sino efectiva y práctica.
Claro, no todo ha sido elogios. Algunos lo acusan de ser demasiado conservador y de no aprovechar la ola de la inteligencia artificial. Sin embargo, los números hablan: el iPhone 17 se vende como pan caliente y la fidelidad de los usuarios sigue siendo inquebrantable. Jobs fue el soñador que encendió la chispa. Cook, el estratega que la mantuvo viva. Sin uno no habría habido otro. Y juntos, crearon algo más que una empresa: crearon un símbolo de nuestra era.