Tesla ha tomado un rumbo distinto en China: en lugar de usar el modelo Grok de xAI, sus vehículos eléctricos en el país ahora integran la inteligencia artificial local DeepSeek.
Los registros de VIN ya muestran a DeepSeek en la categoría de IA, marcando una diferencia clara con otros mercados donde la compañía sigue confiando en Grok.
El movimiento responde al endurecimiento de la política de Pekín contra la dependencia de la tecnología estadounidense. El gobierno chino ha desalentado la compra de GPUs de NVIDIA, citando riesgos de seguridad, y exige a sus empresas impulsar soluciones propias. Para Tesla, adoptar un modelo local es casi una condición obligatoria para seguir operando sin trabas en el mayor mercado de autos eléctricos del mundo.
Pero DeepSeek no lo tiene fácil. El lanzamiento de la versión R2 fue pospuesto por la falta de potencia de los chips de Huawei, aún lejos de los estándares internacionales. La gran incógnita es si DeepSeek podrá ofrecer la misma estabilidad y alcance que Grok.
Mientras tanto, Elon Musk confirmó que la versión 14 del FSD llegará en septiembre. Al mismo tiempo, xAI comenzará a entrenar la nueva generación de Grok, que Musk describió con entusiasmo como un candidato a convertirse en “AGI real”. En paralelo, Tesla enfrenta en Estados Unidos una investigación de la NHTSA por demoras en reportar accidentes, lo que añade otra presión a la compañía.
El caso Tesla en China refleja cómo la geopolítica y la innovación tecnológica ya son inseparables para los fabricantes globales de automóviles.