Ubisoft canceló un Assassin’s Creed ambientado tras la Guerra Civil de Estados Unidos: el juego que pudo cambiarlo todo
Según un informe de Stephen Totilo para Game File, Ubisoft decidió cancelar en 2024 un proyecto de Assassin’s Creed que habría sido uno de los más valientes y ambiciosos de la saga. El juego se situaba a finales del siglo XIX, justo después de la Guerra Civil estadounidense, y seguía la historia de un hombre negro que había sido esclavizado en el sur y que, tras obtener su libertad, intentaba empezar una nueva vida en el oeste. Sin embargo, su pasado volvería a alcanzarlo cuando la Hermandad de los Asesinos lo reclutara para una misión que lo llevaría de regreso al sur, donde el Ku Klux Klan comenzaba a extender su odio y violencia.
Fuentes internas de Ubisoft describen el proyecto como una historia poderosa sobre la lucha por la libertad, la justicia y la identidad en una nación fracturada. El protagonista no era un héroe tradicional, sino alguien marcado por el trauma, obligado a enfrentarse no solo a sus enemigos sino también a las heridas de un país que aún no había superado la esclavitud. Era una narrativa cargada de emoción y significado histórico, con el potencial de redefinir lo que Assassin’s Creed podía ser.
Sin embargo, la dirección de Ubisoft optó por cancelar el juego. De acuerdo con cinco empleados actuales y antiguos citados por Totilo, hubo dos razones principales. En primer lugar, la empresa no quería revivir la polémica que acompañó a Assassin’s Creed Shadows por incluir al samurái africano Yasuke como protagonista. En segundo lugar, los ejecutivos consideraron que lanzar un título ambientado en el tenso periodo posterior a la guerra, con temas de racismo y terrorismo interno, sería “demasiado político” para el público estadounidense actual. “Demasiado político en un país demasiado inestable”, resumió una de las fuentes.
No obstante, no sería la primera vez que Ubisoft tratara temas delicados. En Assassin’s Creed Freedom Cry, el jugador encarnaba a Adéwalé, un exesclavo de Trinidad que luchaba por liberar a otros cautivos. Ese juego fue celebrado precisamente por su enfoque directo y honesto sobre la esclavitud y la opresión. Muchos creen que este proyecto cancelado era el siguiente paso natural: una evolución que habría llevado a la franquicia a explorar la resistencia y la esperanza desde una perspectiva humana.
La decisión de Ubisoft refleja una tensión constante entre el arte y la conveniencia corporativa. Mientras muchos fans buscan historias con más profundidad y relevancia social, las grandes compañías temen las controversias más que los fracasos comerciales. Paradójicamente, Assassin’s Creed Shadows – pese al ruido inicial en redes – se convirtió en uno de los mayores éxitos de 2025, tanto en críticas como en ventas. Eso solo hace más dolorosa la cancelación de un título que podría haber marcado un antes y un después para la saga.
Tal vez algún día Ubisoft recupere el valor de contar una historia como esta: la de un hombre que enfrenta el odio con determinación, y la de una nación que aún lucha por reconciliarse con su pasado. Porque algunos juegos, más que entretenimiento, son espejos de la historia que aún no hemos terminado de entender.