El mercado global de smartphones apenas se movió en el segundo trimestre de 2025, con un crecimiento mínimo del 1 % respecto al año anterior, según el último informe de IDC.
La incertidumbre económica, la inflación, la inestabilidad cambiaria y la baja demanda en China siguen afectando el ritmo del sector.
Samsung se mantuvo como líder con unos 58 millones de unidades vendidas y una participación del 19,7 %. Sus modelos Galaxy A36 y A56 fueron clave en este rendimiento, apostando por lo seguro: buen precio, especificaciones equilibradas y sin complicaciones.
Apple quedó en segundo lugar con 46,4 millones de unidades y 15,7 % de participación. A pesar de una caída del 1 % en China, la marca creció con fuerza en mercados emergentes y lideró durante el evento de ventas 618.
Xiaomi se ubicó en tercera posición con 42,5 millones de envíos (14,4 %), seguida por Vivo con 27,1 millones (9,2 %) y Transsion (Infinix, Tecno, itel) con 25,1 millones (8,5 %).
Transsion, que el año pasado venía en alza, retrocedió en este trimestre por culpa de procesadores menos potentes y una política de actualizaciones poco clara que generó desconfianza.
Si bien el crecimiento fue flojo, el mercado no está muerto. Lo que sí está claro es que las grandes marcas prefieren jugar sobre seguro. Si un teléfono “mejorado” mínimamente se sigue vendiendo, no hay prisa por reinventar nada.
Estamos viendo una evolución muy lenta. Los lanzamientos se parecen entre sí y ya nadie cambia el celular por novedades; lo hacen porque el viejo ya no aguanta más.