El vivo X Fold5 ya está aquí y viene con todo: un diseño más delgado, peso reducido y mejoras que realmente importan.
Este modelo es el sucesor directo del X Fold3 y el X Fold3 Pro, ya que la marca decidió saltarse el número 4 y combinar ambas versiones en un solo equipo más completo.
En la caja encontramos un cable USB-A a USB-C, un cargador rápido de 90W y una funda protectora. Lo primero que destaca es su grosor: 9,2 mm plegado y apenas 4,3 mm abierto. También es más liviano que su predecesor, bajando de 236 a 224 gramos. Se nota en mano.
Una novedad importante es la protección contra el polvo, con certificación IP58/IP59+. No llega a ser IP68, pero al menos ya no viene totalmente desprotegido como antes.
Las pantallas mantienen un altísimo nivel: la exterior es de 6,53″ y la interior de 8,03″, ambas con tecnología LTPO, tasa de refresco de 120Hz y colores de 10 bits. Y ojo: la pantalla externa ahora alcanza los 5.500 nits de brillo máximo. Una locura para usar bajo el sol.
En fotografía, hay cambios sutiles. El sensor principal sigue siendo de 50 MP pero ahora con apertura f/1.6 más luminosa, aunque el tamaño del sensor es menor. El ultra gran angular conserva el sensor pero incorpora una lente de 15 mm f/2.1 con enfoque automático. La cámara con zoom también es de 50 MP, pero con un aumento real gracias a una lente de 85 mm frente a los 70 mm del modelo anterior.
La batería sube a 6.000 mAh, un 5% más que antes, y se agradece con esas dos pantallas grandes. Además, tiene un nuevo botón en la esquina superior derecha que permite alternar entre modo vibración y timbre o encender la linterna. Pequeño detalle, gran utilidad.
Frente a competidores como el Honor Magic V5 o el Oppo Find N5, el vivo X Fold5 destaca por su equilibrio entre diseño, rendimiento y precio. Incluso el Galaxy Z Fold7, aunque mejoró, sigue flojo en batería y no termina de convencer.
Los plegables tipo libro están madurando, y el X Fold5 demuestra que se puede tener un diseño elegante, buen hardware y practicidad en un solo equipo.