Warhammer: Vermintide 2 vuelve a estar en boca de todo el mundo, y no por una polémica ni por un DLC caro, sino por algo mucho más simpático: el juego está gratis para quedárselo en Steam durante tiempo limitado. Como parte de la celebración 10 Years of Tide, el estudio sueco Fatshark ha decidido regalar la base de uno de los mejores cooperativos de los últimos años. Si lo añades a tu biblioteca antes de que termine la promoción, se queda ahí para siempre como si lo hubieras pagado a precio completo. 
Para muchos veteranos es casi un déjà vu, porque no es la primera vez que Vermintide 2 aparece en una promo así, pero nadie se queja cuando el regalo es bueno.
Para quienes lo han ido dejando pasar, Vermintide 2 es un juego de acción cooperativa en primera persona ambientado en el universo oscuro de Warhammer Fantasy. Hasta cuatro jugadores forman la famosa Ubersreik Five y se abren paso a golpes entre oleadas de skaven (hombres rata) y fanáticos del Caos. El combate es muy físico: hachas, espadones, martillos y hechizos que se sienten pesados, con disparos que acompañan pero no sustituyen el cuerpo a cuerpo. Desde su lanzamiento, hace ya siete años, el juego ha crecido muchísimo: llegó nuevo contenido gratuito, DLC de pago, eventos especiales y expansiones grandes como el modo semirroguelike Chaos Wastes o el enfoque competitivo de Versus. Hoy Vermintide 2 es más una plataforma de co-op que una simple campaña que se juega una vez y se olvida.
Por eso esta promoción de “gratis para siempre” llega en el momento perfecto. Los recién llegados reciben una cantidad enorme de mapas, clases, armas y sistemas sin gastar un céntimo, mientras que los veteranos por fin pueden convencer a ese amigo que siempre decía “ya lo miraré cuando esté en oferta”. En hilos y redes se repite la misma broma: gente diciendo que lo “compra gratis por segunda vez”, otros felicitando a Valve y Fatshark por la jugada, y muchos organizando noches de cooperativo como si estuviéramos de vuelta en la época de los cibers.
10 Years of Tide: una década hundiendo ratas
La oferta no es un gesto aislado, sino parte de la campaña 10 Years of Tide, con la que Fatshark celebra diez años desde el primer Vermintide. En lugar de limitarse a un marco conmemorativo o a un par de skins, el estudio ha montado una especie de mini temporada cruzada entre Vermintide 2 y Warhammer 40.000: Darktide, con nuevo contenido, misiones especiales y muchas excusas para volver. Es un guiño claro a quienes llevan años apoyando la saga, pero también una puerta de entrada baratísima para quienes sólo conocían estos juegos de oídas.
Return to the Reik: un clásico reimaginado sobre el agua
Del lado de Vermintide 2, la gran novedad es la misión gratuita Return to the Reik. Los fans de la primera entrega la reconocen al instante: el río Reik era uno de los niveles más queridos de Warhammer: End Times – Vermintide. Sin embargo, Fatshark no se ha limitado a copiar el mapa antiguo. La misión se ha reconstruido pensando en las mecánicas y el ritmo de la secuela, con énfasis muy claro en el juego sobre barcos y plataformas inestables.
Gran parte de la acción transcurre ahora sobre barcazas que se balancean, pasarelas estrechas y secciones en las que el equipo va saltando entre embarcaciones mientras llegan oleadas de enemigos desde la orilla. Cada encuentro se convierte en una especie de escena de película cooperativa: empujones hacia el agua, disparos al borde del barco, hechizos que iluminan toda la cubierta mientras las ratas trepan por los laterales. Los desarrolladores hablan de nuevas rutas, momentos de set piece y elementos de escenario añadidos para darle a este Reik un sabor propio de Vermintide 2, respetando la base de la historia pero cambiando suficiente como para sorprender a quienes jugaban el original de memoria.
Darktide se suma con Hive Scum y nuevas trincheras
La otra pata de la celebración es Warhammer 40.000: Darktide, el primo futurista ambientado en la pesadilla industrial del universo 40K. El 2 de diciembre, Darktide recibe una actualización gratuita con una nueva clase jugable: Hive Scum. Si los héroes de Vermintide son aventureros curtidos de fantasía oscura, Hive Scum es la versión 40K del buscavidas de los bajos fondos del hive: sucio, peligroso y con un ego bastante más grande que su esperanza de vida.
Su estilo gira alrededor del doble empuñe: pistolas gemelas y cuchillos en ambas manos, con un ritmo de juego muy agresivo y móvil. La idea es entrar, apuñalar, vaciar cargadores a quemarropa y desaparecer entre el humo y el metal oxidado de Tertium antes de que el grupo quede rodeado. Junto con la clase, llega también un nuevo conjunto de misiones de Operación en las trincheras de Atoma, que refuerzan esa sensación de guerra interminable a ras de barro y metralla. Un evento especial de tiempo limitado termina de atar el paquete y da objetivos extra tanto a quienes juegan a diario como a quienes vuelven sólo para “ver qué hay de nuevo”.
Un regalo raro en un hobby cada vez más caro
En una industria cada vez más marcada por ediciones deluxe, subidas de precio, pases de batalla y tiendas internas, el gesto de Fatshark destaca. Vermintide 2 es hoy un cooperativo muy consolidado, con años de pulido encima, y ofrecerlo gratis para quedárselo, junto con una misión nostálgica rehecha y novedades en Darktide, se siente menos como una simple rebaja y más como un agradecimiento directo a la comunidad. Muchos jugadores admiten que ya lo tenían comprado, pero celebran la noticia porque así es mucho más fácil llenar un grupo de cuatro sin obligar a nadie a pasar por caja.
Para los fans del co-op, 10 Years of Tide funciona como recordatorio de por qué estos juegos engancharon desde el principio: combates contundentes, caos organizado que se ríe de ti y contigo, y mundos que parecen condenados pero en los que siempre merece la pena pelear una ronda más. Sumado a la promoción de Steam, el mensaje es claro: este universo de ratas, cultistas y humanos agotados no se va a ninguna parte, y pocas veces ha sido tan barato – y tan tentador – dejarse arrastrar por la marea.