Xbox vuelve a estar en el ojo del huracán tras eliminar en silencio uno de los pocos beneficios que hacían que la suscripción a Game Pass Ultimate pareciera atractiva. Hasta hace nada, los jugadores recibían un 10% de descuento en complementos y puntos COD para Call of Duty.
Ese detalle, que ayudaba a aliviar el gasto constante en el juego, ha desaparecido sin aviso oficial, provocando la indignación de la comunidad.
Este cambio llega justo después de una serie de decisiones muy criticadas por parte de Microsoft. Hace pocas semanas, los precios del Game Pass aumentaron alrededor de un 50% en sus tres planes. Oficialmente, la compañía vendió la subida como una reestructuración con “nuevas funciones”. Sin embargo, lo que no se dijo fue que también se estaban recortando ventajas. Y para los fans de Call of Duty, perder ese 10% de descuento significa pagar aún más en un título que ya vive de las microtransacciones.
Hasta ahora, el Ultimate era visto como una opción rentable: descuentos en juegos, ofertas en expansiones y ciertos extras que daban valor añadido. Pero hoy da la sensación de que Xbox quiere posicionarse como un servicio de lujo, bajo la lógica de “paga más o quédate fuera”. A esto se suma que los precios de las consolas Xbox Series en Estados Unidos ya subieron dos veces este mismo año. Además, Microsoft eliminó la posibilidad de canjear puntos de Microsoft Rewards por meses de Game Pass. En conjunto, todo parece parte de una estrategia agresiva de monetización que ignora por completo la lealtad de los jugadores.
La decisión llega en un momento complicado. Con el costo de vida disparado – alquileres, alimentos, facturas básicas – , muchos jugadores se ven obligados a recortar gastos en entretenimiento. En lugar de fidelizar, Xbox está empujando a la gente a cancelar su suscripción. No sorprende que en redes sociales cada vez más usuarios anuncien que abandonan el servicio. Xbox había construido su identidad como una plataforma con buen precio y beneficios claros para el jugador, pero estas decisiones ponen en riesgo esa imagen. Frente a la competencia feroz de PlayStation, Nintendo y PC, Microsoft corre el peligro de acelerar el declive de la marca Xbox si sigue por este camino.