RTX 5070 Ti, RMA denegado y reciclaje gratis: la polémica decisión de ZOTAC

Cuando compras una tarjeta gráfica cara, das por hecho que la pegatina de garantía en la caja significa algo. Pagas un dineral por una GPU de gama alta, registras el producto, guardas la factura y piensas: si se rompe dentro del plazo, el fabricante se hará cargo.

El caso reciente de una Zotac GeForce RTX 5070 Ti demuestra lo frágil que se ha vuelto esa confianza: una simple avería de ventiladores terminó convertida en una historia de RMA denegado, microgrietas en el PCB y una oferta muy discutible de “reciclaje gratuito”.

El incidente salió a la luz a través de un usuario en Reddit. Según su versión, su Zotac RTX 5070 Ti funcionaba perfectamente a nivel de rendimiento: juegos estables, sin artefactos, sin cuelgues, temperaturas normales. El único problema era que los ventiladores empezaron a hacer ruidos raros, típico de rodamientos desgastados o aspas tocadas. Nada de overclock salvaje ni mods agresivos, simplemente un sistema de refrigeración que pedía jubilación. El usuario abrió un ticket de garantía con una petición muy concreta: cambio de ventiladores para poder seguir usando la tarjeta.

Una vez que la GPU llegó al servicio técnico de Zotac, la primera respuesta ya sonó extraña. En el correo le dijeron que disponían de “herramientas limitadas” para reparar la tarjeta. Para un ensamblador grande, socio oficial de Nvidia, la frase rechina: si eres capaz de diseñar y fabricar tarjetas gráficas en masa, cuesta creer que no puedas sustituir un módulo de ventiladores. Además, el mensaje no aclaraba si esa limitación se refería al disipador, al PCB o a cualquier otro componente. Más que una explicación técnica, parecía preparar el terreno para un posible no.

En el siguiente correo llegó el giro de guion. Los técnicos afirmaron haber encontrado una “grieta” cerca del conector PCIe del PCB, clasificada directamente como daño irreparable. Con ese argumento, Zotac declaró la garantía inválida y rechazó el servicio. Traducido al lenguaje de RMA: daño físico, probablemente achacado al usuario, por tanto fuera de cobertura. El propietario, sin embargo, insistía en que la tarjeta seguía funcionando al 100 %: arrancaba, pasaba pruebas de estrés, mantenía el rendimiento esperado. Lo único roto seguían siendo los ventiladores.

Lo que terminó de incendiar a la comunidad fueron las opciones que Zotac puso sobre la mesa. Opción uno: recibir la tarjeta de vuelta tal como estaba, sin reparar, con los ventiladores ruidosos. Opción dos: permitir que la empresa “se encargara” de desechar la GPU de forma gratuita en sus instalaciones. Para una escena entera de jugadores y entusiastas ya desconfiada de muchos RMA, eso sonó casi a chiste. En foros y redes no tardaron en aparecer bromas de que ese “reciclaje” probablemente significa: arreglarla en silencio y que acabe en el PC de algún técnico, no en un contenedor de residuos electrónicos.

El caso no llega en el vacío. Hace poco circuló una historia muy parecida con una tarjeta tope de gama de ASUS, donde también se rechazó la garantía por un defecto minúsculo cerca de la zona PCIe, aparentemente sin relación con el problema inicial. El patrón preocupa: el cliente pide arreglar algo concreto – un ventilador, coil whine, etc. – y el fabricante responde con una inspección casi forense del PCB, buscando arañazos microscópicos, microfisuras y cualquier marca que pueda etiquetarse como “mal uso” para tener una excusa escrita para decir no.

Desde el punto de vista técnico, la zona del conector PCIe sí es delicada. Cada vez que instalas o retiras una GPU pesada, el peso del disipador y la palanca del slot ejercen presión sobre la placa. Si tiras de la tarjeta sin liberar bien la pestaña o la torsionas al sacarla, puedes generar una microgrieta en esa región. Algunos usuarios apuntaron justamente a eso: muchas personas sacan la gráfica a lo bruto. Pero incluso aceptando que la manipulación no fue perfecta, la pregunta clave sigue en el aire: ¿tiene sentido tumbar por completo un RMA de ventiladores defectuosos porque hay una grieta que, de momento, no afecta al funcionamiento real de la tarjeta?

Los veteranos del PC se acordaron enseguida de EVGA, durante años el ejemplo de cómo se trata a un cliente. Hay decenas de historias de usuarios que recibieron una sustitución por coil whine, e incluso upgrades a modelos superiores, sin interrogatorios ni lupa sobre cada esquina del PCB. Esa filosofía casi ha desaparecido. Hoy las GPUs son más caras, los márgenes de los ensambladores son más estrechos y, a juzgar por casos como este, muchos departamentos de soporte ven cada RMA como un coste que hay que minimizar, no como una inversión en fidelidad a largo plazo.

Para Nvidia, aunque no sea quien fabrica la tarjeta concreta, esto también es veneno reputacional. A ojos del consumidor medio, la diferencia entre “Nvidia” y “partner AIB” es difusa. Si Zotac o ASUS gestionan mal un RMA, la culpa se le echa al ecosistema GeForce en general. Con varios casos encadenados, se instala la idea de que las gráficas verdes no solo son caras, sino que además están protegidas por garantías llenas de letra pequeña. Y un entusiasta que siente que la marca no le cubre las espaldas es un usuario que se piensa dos veces el próximo upgrade.

Para los jugadores, la moraleja es clara: hay que volverse meticuloso. A la hora de montar o desmontar una gráfica, liberar siempre bien la pestaña del PCIe, sujetar la tarjeta con firmeza y evitar doblar el PCB. Usar soportes o brackets ayuda a reducir el estrés en tarjetas muy pesadas. Antes de enviar cualquier cosa a garantía, merece la pena hacer un reportaje fotográfico decente: fotos y vídeos de alta resolución de ambos lados de la tarjeta, de la zona del conector y de cualquier detalle sospechoso. No es una protección mágica, pero al menos te da munición si el servicio técnico asegura haber encontrado daños que tú nunca viste.

También hay un ángulo ambiental y de derecho a reparar que no conviene ignorar. Hablar de “desechar” una RTX 5070 Ti que sigue rindiendo en juegos solo porque sus ventiladores hacen ruido y alguien ha detectado una microgrieta suena, como mínimo, derrochador. En vez de empujar al usuario a una lógica de todo o nada, los fabricantes podrían ofrecer kits oficiales de ventiladores, recambios de disipador o reparaciones pagadas pero razonables fuera de garantía. Sería menos basura electrónica, menos tensión con la comunidad y más coherencia con el discurso verde que muchas marcas exhiben en sus campañas.

Mientras tanto, el propietario de esta RTX 5070 Ti ya ha comentado que quiere enviar la tarjeta a medios independientes como Gamers Nexus para analizar si ese supuesto daño realmente compromete el PCB o si es una excusa sobredimensionada. Pase lo que pase en esas pruebas, el golpe de imagen ya está dado. Cada historia de RMA denegado por un detalle microscópico refuerza la sensación de que la garantía de muchas GPUs vale bastante menos de lo que promete el logo brillante en la caja.